Ingeniosa, simpática, movida y actual es la obra Tres somos tres, una puesta en escena del maestro René Fernández Santana del cuento infantil Los tres cerditos, que abrió la II Jornada Habana Titiritera. Figuras entre adoquines, en el Teatro Martí.
A teatro lleno de niños y sus familiares, en función única, el grupo Teatro Papalote, de Matanzas, capta la atención con su movimiento en escena, los diálogos de las malas intenciones del lobo, que tropiezan con los astutos pasos de los cerditos hasta deshacer sus patrañas de convertirlos en su cena.
Todo comienza con la llegada de un paquete que envía desde “del frío para el calor” un conocido escritor. “Al abrirlo, un lobo foráneo de fantasma abracadabrante” importa a nuestro paisaje el conocido relato de los cerditos, lo cual permite abordar con sutileza, casi metafóricamente, la vocación de supervivencia de lo propio, de lo genuino, de lo autóctono, ante intrusiones colonizadoras, problemática que también afecta al niño cubano de hoy, y en cuyo contexto se ubica con gracia, sin panfletos, al convertir a los cerditos en burlones guías de turismo”, escribió la asesora dramática de Papalote, Amarilys Ribot.
En la inauguración de esta segunda edición, Erduyn Maza, al frente del encuentro, calificó la segunda edición como “una fiesta que sobrepasa la anterior edición en expectativas, en cantidad de participantes, en esperanzas”, pese a los obstáculos que sufre el teatro de títeres cubano, con más recortes de presupuestos y de combustible.
“Todo los que estamos en esta sala hoy, tenemos esperanzas de un futuro mejor y todos, absolutamente todos confiamos en un mundo donde la poesía tenga su espacio. Qué mejor herramienta para llegar hasta un niño que el teatro…el poder del teatro para comunicar es incalculable, pero el teatro de figuras viene con el plus de la poesía, porque eso es un títere, poesía viva que llega para salvarnos de la realidad”, dijo Maza.
En la inauguración, los organizadores de la II Jornada Habana Titiritera, rindieron homenaje al Teatro Martí en el quinto año de su reapertura por la Oficina del Historiador de la Ciudad y estimularon a los pequeños espectadores con números sacados de un sombrero de mago.
Mucho más en camino
El espectáculo inaugural fue solo un aperitivo del amplio menú que brindará hasta el 11 de agosto la II Jornada Habana Titiritera, que incluye 33 puestas y 80 funciones en espacios como las salas de Teatro La Proa, El Arca, Teatro de la Orden III, Aldaba, del Museo de Arte Colonial y el Patio del Centro de Teatro de La Habana.
Entre las obras que se presentarán están La cocinerita adorada (Teatro del Puerto), El encuentro (Títeres La Salamandra), Títeres de hielo (Teatro Viajero.
Liborio, el Majá y la Jutía, En el jardín Durmió un vampiro y La casa del Escarabajo (Teatro El Arca), El Huevo (Polichinela de La Habana), Cuentos de La Bartola (Teatro de la Villa) y Cocoriloco (Espacio Abierto).
Otras son Vida y milagro de Federico Maldemar (Teatro Pálpito), Con los guantes puestos (Aviones de papel. Estudiantes Escuela Nacional de Teatro/Títeres), ¡Cuidado, hay perros!, Érase una vez un pato y Cenicienta (Teatro La Proa).
Los grupos visitantes presentarán Dora cuenta caracolas (Alas Teatro, Pinar del Río), Retrato de un niño llamado Pablo y Cuentos y cantos de Las Estaciones, con Rochy Ameneiro (Teatro de Las Estaciones, Matanzas), Un reino medio (ocre) (Guiñol Cañabrava, Cienfuegos), Historia de burros (Dador Teatro, Sancti- Spíritus), A dónde van los ríos (Paquelé, Sancti- Spíritus), La serpenta (Guiñol de Camagüey), ¡Qué sueño! ¡Qué noche! ¡Qué verano! y La criollísima historia del negrito y la mulata (Guiñol de Guantánamo).
Entre las agrupaciones y obras extranjeras se encuentran ChéChéPotí, de Argentina, con Pequeñísima, Pertrechos Teatro, de Colombia con Del Caribe al Medioevo, Anacaona Teatro (República Dominicana- Cuba) con Concierto para el camarón encantado; Creando y titereando CREATI A.C. (México) con Historia de un conejo; Kalipatos Teatro (México), Alas de mariposa; Placa Danza Aérea (México), La maleta de los títeres; y Fábula: La Casa de los títeres de Mérida (México).