El diálogo con Rafael Grillo Hernández, reconocido escritor, licenciado en psicología, periodista y editor de El Caimán Barbudo, es como navegar en las profundas aguas de la literatura de la Mayor de las Antillas. Sin embargo, en cada respuesta podemos hallar un punto de partida y de encuentro con el quehacer literario de nuestro país.

¿Cómo te insertas en el camino de los autores de ficción, sin dejar tu labor periodística?

“Es el resultado de un proyecto que inicié en el 2014, al reunir un grupo de relatos del género policial –acoto me gusta mucho–, escritos por autores cubanos y logré un libro titulado Isla en negro, el cual tuvo un gran éxito desde su aparición, en solo tres meses “desapareció”, en las librerías. Pensé que era el punto de partida e indagar sobre cuáles eran las temáticas y de qué manera nuestra realidad estaba siendo abordada desde la literatura cubana del nuevo siglo XXI.

Foto: David Samuells

“Decidí extender el propósito a: Isla en rojo e Isla en rosa. Si el primero abordaba la temática criminal, entonces el segundo apostaría por relatos sobre vampiros, de terror, algo que había pensado desde mucho tiempo atrás –después de haber escrito sobre el tema–, y logré compilar obras de autores para este volumen que salió entre 2016 y 2017; mientras el tercero completaba el abordaje de la trilogía, a través de cuentos de amor, del romance, muy populares internacionalmente, y comprobar cómo la literatura cubana ha sido influida por obras de este tipo, en correspondencia con el entorno global y las preferencias de los públicos.

“En las tres antologías, incluyo un relato de mi autoría, en una misma estructura dramática que me permitió utilizar obras de más de cuarenta autores de diferentes generaciones, en casi 70 cuentos. No pretendí ceñirme a escritores de una etapa, período literariamente marcado y estilo de escritura que pudieran servir como un muestrario de nuestra literatura actual, en general.

Isla en negro, tuvo un agotamiento de ventas inmediato. De ahí que Isla en rojo, obtuvo el Premio del lector 2017, mientras Isla en rosa, recibió una aceptación similar, incluso, recientemente en el prestigioso Salón Internacional del Libro, en la ciudad de Torino, Italia, donde una editorial de nuestro país (en el cual recientemente participé como parte del equipo del Caimán Barbudo, de la Editora Abril) participa por vez primera. Debo decir que apenas pudimos llevar una cantidad grande de ejemplares para cubrir las expectativas de los lectores por razones de impresión; no obstante, debemos agradecer la cooperación del Centro de Estudios Italia-Cuba, una asociación de solidaridad con mucha experiencia en el apoyo a los proyectos de impresión y publicación que nos permitieron reproducir un importante número de los ejemplares presentados por nosotros en este Salón considerado entre los más importantes eventos relacionados con el libro en Europa.

Isla en rosa compila historias de amor, en diferentes momentos de Cuba, atravesadas por las cuestiones histórico-sociales, dificultades económicas, diversidad, la inmigración…, y esas realidades emergen cuando la gente encuentra puntos comunes de sus propias vivencias en estos libros”.

Escritor e investigador, a partir de estos libros, ¿qué has descubierto de la literatura cubana más actual?

“Una gran riqueza. Novedosas experiencias. Además de autor, trabajo como editor hace 19 años; de ellos 15 en el Caimán Barbudo. He tenido la posibilidad de interactuar, de leer mucho, recibir textos que, de alguna manera, facilitan el trabajo de la investigación literaria, el saber de antemano qué camino tomar como autor o compilador. En mi caso, ya he realizado cinco libros de este tipo, entre los cuales destaco una selección de minicuentos: Los nuevos caníbales, por editores de Puerto Rico, México, República Dominicana y Cuba. Cada uno escogió autores de sus respectivos países.

“Me preguntaste cuánto ha significado para mí, el resultado de años de investigación y respondo que además del trabajo editorial, tengo un sitio on-line que se llama Isliada, los textos para nuevos libros que he ido reuniendo, es la enorme diversidad de temática, formas de escritura, estilos de la literatura cubana de hoy, su enorme riqueza, es lo que en mi opinión, resalta. Aunque a veces de Cuba se conozca poco en el mercado extranjero y predominen cuatro o cinco nombres, constantemente barajados como representantes de la literatura cubana, me refiero a Padura, Pedro Juan Gutiérrez, por ejemplo, más allá de esos nombres existe una literatura realizada por muchos autores, apenas conocidos, de alta calidad, similar incluso superior a la de obras que publican y promueven las grandes editoriales.

“Considero que muchos autores de la Isla, simplemente no llegan a estas porque nuestro entorno editorial tiene características muy particulares. O sea, publicamos libros para nuestros lectores y librerías en frontera. Debemos esperar ocasiones como la Feria Internacional del Libro para mostrar nuestros autores a lectores de otras naciones que acuden a estos eventos y pueden constatar sobre qué se escribe y publica en Cuba. En otras ocasiones damos a conocer a nuestros autores cuando participamos en ferias del libro de otros países o los editores foráneos vienen a la Isla”.

Haces referencia a un esquema de publicación que trascienda las fronteras de nuestro espacio editorial.

“Es importante aprovechar cada oportunidad de participar en una feria en cualquier lugar del mundo. He tenido experiencias en Chile y Uruguay, donde puedo asegurar el agradecimiento de aquellos lectores por tener la visualidad de una Cuba que no conocen, a la cual no tienen acceso siquiera de acercarse por sus medios de comunicación, ni siquiera la que les presentan, sino una Cuba mucho más plural, diversa, cercana a sus propias experiencias cuando vienen de visita.

“Debemos proponernos incursionar más en el mercado europeo, ya tuvimos una experiencia el pasado año en Barcelona, España. Es importante tener en cuenta que Cuba sigue siendo un enigma, hay mucha curiosidad por saber lo que sucede en nuestro ámbito editorial. No solo encontramos a los lectores, también ofrecemos charlas que posibilitan este acercamiento mutuo”.

¿Cuáles son tus nuevos proyectos?

“Tengo varios. Algunos en proceso de publicación. Un libro de relatos: Revolicuentos.com, en Ediciones Unión (de la Uneac), me debo una compilación de textos, artículos críticos, ensayos, además de un volumen que recoge aspectos relacionados con la enseñanza de la técnica narrativa, llevada al periodismo, en mi condición de profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, para que esté a disposición de los alumnos. Quisiera que estas tres antologías estuvieran en un solo tomo. Además si pudieran ser traducidos sería interesante.

“Me encantaría llevar alguno de mis relatos al cine, por el momento continúo mi labor de crítico, apoyando proyectos como los festivales de cine de Gibara, la Muestra del Cine Joven, como jurado a acompañar a los jóvenes a quienes comienzan en la literatura, el periodismo o incursionan con sus obras en el Séptimo Arte”.