Me hubiera gustado ver el video clip que Luis Franco no le hizo a la canción Las Puertas del Cielo, de su disco Que no me Faltes. Lo imaginé de varias formas: difícil y complejo de llevar a la imagen la letra de esa canción casi divina.

Mucha lasca le sacó a esa producción musical con la que siempre homenajea al fallecido guitarrista Dairon Rodríguez y a todos los que hicieron posible su comienzo en la música, un detalle que Luis Franco dijo al público cuando cantó en el Teatro Mella, repleto de gente que quiso comprobar si de verdad lo hacía bien en vivo.

Luis festejará el próximo 25 de abril los dos años de su proyecto, y de este tiempo guarda un disco, un DVD de aquel concierto y ahora alista otras canciones que integrarán su próxima producción.

Con un poco de suerte y carisma personal, se ha colado en los lugares donde han puesto su música y ha dependido de personas que lo han apoyado sin miramientos, como no siempre ocurre con los artistas que se inician.

Me confesó que temía por lo que podía pasar o no con su disco, y que era mejor estar así que tener desaliento. “Al menos alguien va a saber que existe un cantautor que se llama Luis Franco, y eso para mí es importante”.

Pudiera parecer que han sido fáciles estos dos años de trabajo y compromiso. El camino seguramente estuvo repleto de incomprensiones, de gente que determina y que no apostó ni lo hace por la música pop que defienden Luis Franco y su grupo.

Pienso en meses de desafíos, de querer tirar la toalla, como decimos los cubanos cuando nos cansamos, de luchas continuadas esperando los porqués demorados, de inconformidades con ideas que quedaron muy distantes de lo que se pensó, y si pudiera, en este saco echaría el video clip Que no me faltes.

Luis Franco es un romántico que escribe sin un diccionario delante que le guie la rima. Es un cantautor que llenará teatros, le entregarán premios, querrán entrevistarlo, lo invitarán a los programas de televisión de entonces, y no por iniciativa propia como sucede cuando pides el favor, porque a él lo que único que le falta es tiempo.