El pícaro estribillo de una canción del trovador Pepe Ordaz, me hizo evocar la manera en que hemos visto a La Habana con ojo crítico y sin ataduras en la descripción expresa de un capitalino comprometido con la defensa de los valores de nuestra identidad y el patrimonio tangible de la ciudad.
La pregunta apenas se esbozó como la preparación del arquero con la saeta y Ordaz, captó la intención al vuelo y respondió con una sonrisa. “¿Hablas del Alex…? Por supuesto, no me refería a ese tema, pero despertó mi curiosidad por las casi cuatro décadas desde que la escribió inspirado por un pequeño amigo del barrio y defendida por Donato Poveda en el concurso Adolfo Guzmán de 1982.
“Alrededor de la canción se formó un mito de haberla compuesto para mi hijo. Cuando aquello no pensaba siquiera en casarme. Fue precisamente en Tribuna de La Habana, que el reportero José Hernández, aclaró la falsa descendencia paternal atribuida por una canción devenida entre las más entrañables en mi obra”.
El tema inspiró la publicación de un libro, por la Editorial Gente Nueva, ilustrado por el artista de la plástica Enrique Martínez, quien fuera maestro de otro grande: Roberto Fabelo.
“Aquel niño tenía, entonces, apenas cuatro años y la letra dice:
Tengo un amigo pequeño, que viene en las tardes hasta mi jardín, para que yo sepa el cuento del último sueño que tuvo al dormir…, son los primeros versos de la hermosa canción, que podría ser la historia de la amistad entre cualquier hombre y un niño.
“Cuando el padre de Alex, también médico como su mamá, cumplió misión internacionalista en Mozambique, el niño venía todos los días a mi casa, pero los domingos lo hacía más tempranito y esperaba a que me levantara…”
¿La Habana en tus canciones?
“La quiero y la critico porque la amo. Sé que en estos momentos está en buenas manos. Confío y sigo soñando con el proyecto de la Revolución, independientemente de errores, en la búsqueda de lo que luchamos por conseguir y solo podremos hacerlo trabajando”.
Pepe izo la aclaración sobre esta canción y la de la mujer del hechicero navegar en el programa con dos que se quieran, me gustó mucho su entrevista.
Esta poesía que pudiera ser canción, también para mi Habana: A mi Habana Mi Habana, la de mis padres, de mis amores, de mis recuerdos dulces y tristes. Mujer romántica y generosa con su inmensa vista al mar, Mi Habana con sus castillos, preciosa urbe de aquí para allá con su Cristo, sus adoquines, su música, su sabor, sus portales, su Historiador. Hechicera Habana para soñar por sus barrios y calles al andar. Qué no haría yo por ti seductora ciudad Cómo me gustaría que todos te amaran y te honraran como yo. Tus cientos son historia de cada día son tus perlas en tus entrañas. Mi Habana, mis pies te buscan y te camino de arriba abajo y te sueño y te venero. Habana mía, volvemos a ti y los que no les quemas dentro y te dibujan y te repiten y te imaginan hasta el fin. Gracias mi corazón, digo mi Habana.
Alex, angel, amigo pequeño son varios nombres que muchas personas usan para referirse a esa canción. Para mi es simplemente una de las canciones más bellas que haya existido jamás