¿Cómo acercar a los niños a Martí?, ¿Qué Martí llevan los cubanos dentro?, ¿Cómo conocer más al Apóstol?, son interrogantes que me asediaban. Creo que la respuesta la encontré en una frase que escuché hace algún tiempo, hay que “martianizar, sin martirizar”; pero, ¿cómo hacerlo?

Eso me preguntaba cuando la Sociedad Cultural José Martí me abrió sus puertas en la tarde de este 7 de marzo para acercarme un poco más a “ese hombre de La Edad de Oro que fue mi amigo”.

El proyecto social comunitario “Amigos para siempre”, bajo la dirección de Alejandro David, solista de teatro lírico que nos deleitó con su voz. Este proyecto tiene como misión rescatar valores, esos mismos en los que, como dijera Fidel, hay que creer, “al precio de cualquier sacrificio”.

¡Y qué otra fuente de valores puede ser más hermosa que los propios Versos Sencillos del Apóstol! Pioneros de Primaria y Secundaria Básica de la capital cubana, los entonaron, al concientizar la imposibilidad de hacer “grandes cosas, sin grandes amigos”.

Aunque la obra del Héroe Nacional de Cuba es una constante en las escuelas cubanas, y desde edades tempranas ya nos inculcan el amor por su obra, conocerlo mejor, al decir de Cintio Vitier, “se hace cada día más necesario y aleccionador”.

Martí habló a los niños con un lenguaje universal que no conoce tiempos ni distancias, de ahí que La Edad de Oro, sea de esos libros que no faltan en los hogares cubanos. La pionera Lía Breijo Fuentes, de la ESBU Carlos Juan Finlay, quien integra este proyecto comunitario, considera que Martí es un eterno guía, pues sus pensamientos son la base de su diario vivir, él es quien le dice cómo seguir sus ideas, cómo actuar ante cada situación.

“El Martí que llevo dentro es muy grande, heredado de mis padres. Desde que era niño recitaba sus versos y ahora aún lo hago, porque Martí es infinito, por eso al leer un texto sobre él siempre aprendo algo nuevo, y eso es lo que sigo llevando a mis alumnos en la academia y al público en forma musical”, resaltó Alejandro David.

Foto: Cristian Martínez González

Cuando Fidel Castro y Armando Hart inauguraron el Centro de Estudios Martianos (CEM), en 1977, lo hicieron con el propósito de promover el pensamiento, la vida y obra del Apóstol. Al publicar los trabajos fundamentales de la exquisita y prolífera obra de Martí, el CEM, que ocupa la casa donde vivió el motivo de inspiración del Ismaelillo, es el local, donde actualmente es custodiada la documentación del Héroe Nacional.

En el encuentro Cultura y nación: el misterio de Cuba, una sección fundada por Armando Hart, fue espacio propicio para que la Dra. Carmen Suárez Ledón, presentara el libro De todas partes: perfiles de José Martí, autoría del Doctor en Ciencias Históricas Pedro Pablo Rodríguez.  

Suárez Ledón considera que “no basta con la publicación de este material, libre de los rituales de la exposición científica y que se lleve a las librerías, hay que fortalecer más el trabajo, debemos gestionar su discusión en los medios adecuados”.

Pedro Pablo Rodríguez, director general de la edición crítica de las Obras completas de José Martí manifestó que esta edición crítica no es una obra individual, es un trabajo esencialmente colectivo, con personas de todas partes del mundo, incluso hasta pintores cubanos que han colaborado, sin ánimo de lucro, con una de sus pinturas para la portada de cada uno de los tomos, que ya arriban a los 28.

“Esta labor nos ha permitido mantener el espíritu de Martí, al entenderlo mucho mejor porque lo trabajamos cronológicamente, percatándonos del avance notable y asombroso de hondo pensamiento en el siglo XIX, comprendiendo el valor de la imagen en su exquisitez literaria”, aseguró Pedro Pablo Rodríguez.

Héctor Hernández Pardo, vicepresidente primero de la Sociedad Cultural José Martí; Ana Sánchez Collazo, directora del Centro de Estudios Martianos, Yusuam Palacios Ortega, presidente del Movimiento Juvenil Martiano y Gustavo Robreño Dolz, asesor de la Oficina del Programa Martiano, presidieron el encuentro Cultura y nación, una tradición ya, que acompaña a los martianos de Cuba.

La invitación está hecha: estudiar a fondo la obra de Martí. La edición crítica de las Obras completas, puede ser una buena herramienta para comenzar.