La tercera producción discográfica del guitarrista y compositor Ernesto Blanco “Un viajero más”, del sello Egrem, ha llenado ya varios escenarios de La Habana.
El fonograma no solamente ha sido elogiado por sus seguidores, sino que cuenta con el sello de calidad de los Premios Cubadisco; y es que, precisamente, su éxito se debe a la pasión con la cual trabaja y la empatía conseguida en cada concierto con un público fielmente suyo, amante de la sonoridad de sus letras.
A propósito del lanzamiento del disco, en la Fábrica de Arte Cubano (FAC), y de sus proyecciones y trayectoria como artista, conversó con Tribuna de La Habana.
¿Cómo nace Un Viajero Más?
-Estuve cinco años viajando con muchos proyectos, pero llegó un momento en que el público ya me pedía sacar un disco nuevo. Era hacerlo o morir y quería que fuera muy pop y con géneros de la electrónica que me influencian mucho.
“Creo que la música pop está un poco marginalizada y quizás es porque es un género sencillo y ahí es donde está el error, porque generalmente lo más sencillo es lo más complicado de hacer. Para mí es una plataforma que me brinda la oportunidad de mezclar mis raíces como cubano y latino.
“El material viene gestándose desde finales de 2016, pero la mayoría lo grabamos en junio y noviembre de 2017. Tiene nueve tracks y las canciones invitan a la reflexión, con letras muy positivas.
“Agradecer principalmente a Eddy Cardoza, coproductor del álbum conmigo y uno de los más importantes de este país; y también a la Egrem, por acoger mi proyecto, lo cual ha sido un honor realmente.

“Uno de los momentos especiales del disco es la presencia de Síntesis, principalmente de Carlos Alfonso y Ele Valdés; otro de los invitados es Adrián Berazaín, amigo mío de la guerrilla, con quien tengo un proyecto armado ahora junto a Jorgito Kamankola llamado La Cooperativa, pero bueno esa es otra historia.
“Está también Leoni Torres, a quien admiro muchísimo y Cleo, una amiga rapera de Suecia que conocí en un festival por allá y me enamoré de su música”.
¿Cuáles de tus influencias están presentes en el disco?
-Desde pequeño me crié en un ambiente propicio para ser artista y de ese tema podríamos estar hablando aquí hasta mañana pero, principalmente de Cuba, Ernesto Lecuona me impactó muchísimo. De hecho, para mí él es el músico cubano más grande de todos los tiempos.
“Por supuesto están Irakere, Van Van y Síntesis. Esas tres bandas no faltan en mi repertorio personal de música y pienso que de ahí se ramifica todo lo demás.
“Internacionalmente soy un fanático empedernido de Queen, principalmente de Freddie Mercury y Brian May y guitarristas como Jeff Beck y Eric Clapton han influenciado mucho mi forma de tocar ese instrumento; los Rolling Stones son otra banda que me encanta y también de la música clásica, compositores como Claude Debussy, Brahms, Bach, Beethoven…
“Me gusta el rock latinoamericano, argentino, personas como Fito Páez, Cerati, Charly García… Esas son mis influencias y por supuesto están muy latentes en mi sangre a nivel celular mis raíces como cubano. Entonces, cuando vas a hacer un disco y estás componiendo, todos ellos emergen de manera natural, empiezan a bajarte las ideas y te sientes como poseído.
“Hay periodistas y críticos que quieren encasillarme en un género y me preguntan ¿qué eres tú? Yo soy muchas cosas, porque empecé a estudiar música con siete años y tengo una formación clásica, pero por el otro lado estaban mis sueños de rock and roll y la guitarra eléctrica siempre muy presente.
“De hecho, el mejor regalo de mi vida fue a los 11 años, en noviembre de 1997, cuando mi mamá me dio una guitarra eléctrica. Ya yo tenía una acústica, pero a partir de ahí las cosas cambiaron totalmente; cogí todos mis juguetes, los metí en una caja de cartón, bajé al barrio y se los di a los muchachos. Es una anécdota real.

“Y por supuesto, volviendo al tema, a la hora de componer también influye mucho el ambiente actual que estamos viviendo… por ejemplo, una de las cosas más especiales fue que en los últimos tres años me he encontrado con mis ídolos de la música de toda la vida.
“Primero tuve la oportunidad de ver el concierto de los Rolling Stones de primera fila y después, junto a X Alfonso y el equipo de FAC, hubo como una especie de mini vista de Mick Jagger; estuvimos con The Dead Daisies, que es un súper grupo; los Jonas Brothers, filmamos un documental, hicimos entrevistas, porque nos encanta lo que hacen.
“En FAC también tuvimos la oportunidad de compartir con Dave Matthews, uno de los cantautores de todos los tiempos que me encanta, Smokey Robinson, Usher…; con Bon Jovi estuvimos casi dos horas hablando y eso es una clase magistral para la vida, porque es un ícono mundial del rock and roll. Son recuerdos que los atesoro para siempre”.
¿Qué fue lo más trabajoso del disco?
-En los anteriores yo trabajaba con Luis Durán, un maestro para mí y el ingeniero de sonido más espectacular de este país, respetando a los demás; pero en este disco asumí el reto de mezclarlo y masterizarlo, lo cual es una de las cosas más complicadas.
“El músico de hoy debe saber los procesos técnicos, porque la música no es solo el sonido, influye el cómo lo grabas y eso fue lo que más me estresó. Pero quería hacerlo porque la ingeniería musical me encanta".
¿Satisfecho con el resultado?
-Muy satisfecho. Me encanta como se oye, lo pongo en el carro, cuando estoy limpiando la casa… estoy enamorado de mi disco.
“Finalmente todo se resume a no hacerlo para vender, sino amar lo que estás produciendo. Las canciones son como un amigo que me recuerda lo especial de cada momento… eso es lo mejor de todo este negocio”.

Nos mencionabas al inicio a La Cooperativa…
-Sí, somos tres amigos: Adrián Berazaín, Jorgito Kamankola y yo. Nos reunimos un día y se nos ocurrió hacer una banda, porque siempre estábamos saliendo juntos y entonces decidimos unirnos y así justificábamos todos esos encuentros y nuestras mamás nos daban permiso para salir (risas).
“A mí me encanta lo que hacen ellos y hay un proyecto de disco por ahí que no quiero adelantar mucho… Hemos hecho varios conciertos en La Habana en el Bertolt Brecht, en FAC… siempre tienes que codearte con amigos artistas porque ellos tienen una visión diferente y eso siempre te aporta como músico".
Coméntanos del nuevo video “Guía tus luces”
-Es una producción de Coda Factory, la compañía de Eddy Cardoza. Él no solo fue coproductor conmigo en el disco, sino también director del video y me encantó como trabajó ese equipo.
“La historia es muy hippie: personas que quieren escapar de su rutina, llegar a un lugar especial y simplemente compartir música… y es que la vida es así, a veces estamos encerrados en la ciudad donde todo es trabajo, trabajo, y olvidamos los pequeños momentos de la vida que realmente son los mejores”.
¿Esperabas el premio Cubadisco?
-Antes de lanzar el disco, las canciones estaban siendo premiadas. En 2017 nos dieron un Lucas por uno de los videos y este año en el Festival Cuerda Viva recibimos el premio a Mejor Banda Pop, y eso ya era una buena señal.
“Cuando llegó el Cubadisco nos otorgaron el premio a Mejor Álbum de Pop también y por supuesto nos hizo sentir muy bien, porque aunque uno no trabaje para eso, es el reconocimiento a lo que haces.
“A veces los músicos estamos encerrados en el artistaje, la gente piensa que uno se levanta ya peinadito, con la ropa, los espejuelos, el flash de la foto, ¡oh, la estrella! y esas cosas te hacen perder la perspectiva. Por eso me enfoco en las pequeñas actividades porque, sí, soy músico, pero ante todo soy un ser humano.
“Yo me alimento de esos momentos que son cocinar para mi familia -aunque no soy el super chef-, me gusta sentarme en el Malecón y leerme un libro, porque La Habana tiene esa bendición y vamos allí en busca de esperanzas, de ideas… y esos momentos son los que me aterrizan y me dan el combustible para encerrarme a hacer canciones y subir a los escenarios”.