Varios talleres se organizan en La Habana como actividades colaterales del XXXI Encuentro de la Red del Universo Audiovisual de la Niñez Latinoamericana y Caribeña.

Un primer taller para abordar el documental como género para trabajar en proyectos de formación audiovisual con niños, niñas y adolescentes, será impartido por la chilena Alejandra Fritis Zapata, los días 4 y 5 de diciembre en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

El encuentro, dirigido a docentes, líderes de proyectos comunitarios y participantes que tengan un vínculo con proyectos de formación audiovisual, persigue compartir con profesores/as y educadores/as de Cuba las metodologías implementadas por la Corporación Cultura Ojo de Pescado, en Chile, en la realización de talleres audiovisuales con niños, niñas y/o jóvenes que utilizan el cine documental como soporte creativo y que promueven la mirada de la infancia y la juventud como protagonistas narrativos.

La Corporación Cultura Ojo de Pescado es una plataforma de exploración y acción que, por medio de la exhibición de cine y la promoción de la creación audiovisual, tiene por objeto contribuir a garantizar el derecho de niños, niñas y jóvenes a la educación integral, a la comunicación y a la expresión de sus opiniones.

Por su parte, el seminario r Historias fuertes para niños fuertes, a cargo de la alemana Maya Goetz, el 4 y 5 de diciembre, también en el IIPJM, tiene el

objetivo de contar historias reales de la vida cotidiana de niños y niñas en diferentes culturas que tienen el potencial de promover la identidad y la resiliencia, un concepto considerado una de las nuevas “palabras mágicas” en las ciencias: el poder de volver a ser fuerte y saludable después de una crisis. Otro de los talleres para adultos es Producción de contenidos educativos, que impartirá Mónica Maruri, de Ecuador.

El 4 de diciembre, en el IIPJM, este encuentro abordará cómo los modelos de negocio impactan en los contenidos que se producen en la televisión, el concepto de calidad dentro de la TV educativa, así como la televisión como instrumento para el desarrollo infantil y juvenil debe permitir identificación y cercanía con el mundo real del niño.