"Habana, mi vieja Habana
señora de historia de conquistadores y gente
con sus religiones, hermosa dama..."
A casi medio milenio de su fundación, son diversos los sentimientos que despierta La Habana. Así lo percibimos al escuchar las canciones que le dedicara el cantautor Gerardo Alfonso Morejón, quien con el paso de los años ha interiorizado que es aquí donde quiere vivir, a pesar de las tantas cosas que cambiaría, pero sólo con el afán de mejorarla.
Con su carisma y sencillez cuenta que nació en el reparto Martín Pérez, del Barrio Obrero, del municipio de San Miguel del Padrón, el 1 de noviembre de 1958: “Allí recibí una gran influencia de la música afrocubana a través de las religiones Yoruba, Lucumí y Abakuá, por eso lo tengo en el ADN. También me influyó mi hermana, que estudió piano clásico hasta sexto año; mis padres con sus discos de música anglosajona y luego Los Beatles. A esto se unió en los años 70 la Nueva Trova, cuando escuché a Silvio”.
“Todo esto fomentó mi interés por hacer la canción. En los 80 tuve la posibilidad de evaluarme y entrar en el movimiento de la Nueva Trova. A partir de ahí conviví y compartí con una generación de autores con inquietudes semejantes constituido por Frank Delgado, Carlos Varela, Santiago Feliú, entre otros”.
"el largo muro del litoral, el Capitolio y Prado
con sus leones, sus visiones"

“Comencé cantándole al amor y a mi entorno más cercano, en este caso La Habana, a la que dediqué mi primera canción en 1984: Aquí cualquier tiene. Luego seguí indagando sobre la ciudad, lo que me gustaba o afectaba, y en 1987 escribí Habana llena de gente con un espíritu más crítico, acorde a la época de grandes cambios en que vivíamos. En 1990 fui a Italia, invitado por la Refundación Comunista, a dar una serie de conciertos. Y en ese ir y venir de felicidad y amarguras fui consolidando y concientizando una idea de mi relación con Cuba”, afirma.
“En 1992 escribí Sábanas Blancas, tema que me pidieron para el programa Andar La Habana, que trae implícito mi deseo de estar aquí. Al principio no tenía mucho arraigo en el país, sin embargo, ese año, cada vez que daba un concierto en Italia me la pedían. Cuando salió el programa, poco a poco las personas se fueron identificando con la canción. Una vez pensé dejarla de cantar pero el bajista de mi grupo, de entonces, me dijo que no lo hiciera porque la consideraba una canción importante y le dije: ¿te parece?”

“Para el Canal Habana escribí Habana dulce locura. También le dediqué a la ciudad, otras como Lo que me atrapa aquí o El ilustrado caballero de París, que forma parte de la historia de la capital.
La última la hice a principio de este año: Que le quiten lo bailao a otro, pero aún no la he montado. Se refiere a las personas que pretenden recuperar lo que en su momento le expropiaron y dice: “…esta ciudad, La Habana, toda es mía, nadie compra mi alegría, aquí crecí, aquí arriesgué mi vida, ¿y quién va a pagar lo que viví?, que le quiten lo bailao a otro por ahí”.
Libro Cantarle a La Habana. Mucho más que recopilar canciones
La doctora Graciela Pogolotti organizó en el 2012, un evento dedicado a La Habana, en el centro Alejo Carpentier, en el que participaron diferentes profesionales como arquitectos, sociólogos y músicos: “me pidió que impartiera una conferencia sobre canciones dedicadas a La Habana. Una amiga mía me facilitó como 50 canciones y yo busqué unas 20, y con imágenes de la época, preparé la conferencia basada fundamentalmente en las causas de por qué las personas le cantan a la ciudad. Al terminar, Graciela me pidió la conferencia y a los pocos meses me llama para que hiciera un libro”.
“Después de esto tuve momentos de no hacer nada hasta que di con la editora Jamila Medina, que me ha ayudado a editar, buscar información y compilarla. Hemos buscado música dedicada a La Habana de todos los tiempos, en lugares como la Biblioteca Nacional, el Museo de la Música, en internet, con Cristóbal Díaz Ayala, que es el coleccionista más grande de música cubana, y he reunido a compositores como Arsenio Rodríguez, Ignacio Piñeiro y Amado Valdés”.
“Las agrupo por diversos géneros y estilos: lírico, zarzuelas, bailables, la música de los trovadores desde Sindo Garay hasta Silvio, Ireno, Carlos Varela, Frank Delgado, entre otros compositores que han hecho canciones preciosas, y todas tienen un valor porque están relacionadas con la circunstancia en que fueron creadas. También más de 30 compositores de distintos países como México, España, Brasil, Chile, Puerto Rico,…hasta un japonés; con artistas como Sabina, Serrat, Alejandro Sanz, Melendi”.
Y manifiesta: “Lo valioso y extraordinario del libro es haber logrado compilar la mayoría de las canciones dedicadas a La Habana, aunque no están todas hay más de 320, sin discriminar a nadie, me enfoco en la necesidad que tienen las personas de expresar su amor por La Habana, sus encantos, desencantos, frustraciones o adoraciones”.
“También las Habaneras, desde Sebastián Iradier con La paloma. Y en esta búsqueda descubro el amor gigantesco que los españoles le tienen a Cuba, y hay todo un universo de la Habanera que ha enraizado en España y tiene su origen en nuestro país. Y siento mucho orgullo del caudal musical tan gigantesco que tenemos, el cual he concientizado aún más con mi libro. Además, incluyo las últimas canciones compuestas por el aniversario 500 de la ciudad”.
"Habana, si mis ojos te abandonaran...
si la vida me desterrara a un rincón de la tierra
yo te juro que voy a morirme de amor y de ganas
de andar tus calles, tus barrios y tus lugares..."

¿Cómo le gustaría La Habana?
Me gustaría que tuviera una arquitectura restaurada, tanto los edificios, casas, calles. Pienso que el estado cubano ha hecho mucho por el pueblo, pero debería propiciar que los trabajadores cuentapropistas tengan más iniciativas para rescatar la ciudad entre todos. Debemos trabajar de manera mancomunada y no buscando culpables de lo que se deja de hacer.
Se debe luchar contra la contaminación acústica, pues esta es una de las ciudades más ruidosas del mundo. También me preocupa el deterioro social, consecuencia de la situación actual. Hay que lograr que las personas se sientan más inspiradas, y esto no es una utopía, es real, pero deben mejorarse las condiciones de vida.
Después hay otras cosas más sublimes relacionadas con la cultura, aun cuando vemos lo que hace la Asociación Hermanos Saiz, el Festival de Ballet, de Cine, que nos podemos dar con un canto en el pecho de tener esos valores; pero eso hay que multiplicarlo, aprovechar más las casas de cultura, hay que ir más a los barrios,…creo que hay que hacer muchas cosas.
¿Tienes preferencia por algún lugar de La Habana?
Ya no voy tanto, porque no salgo mucho de la casa, a no ser para trabajar, pero a mí me encanta el malecón, el morro, la relación de la urbe con el mar es una cosa fascinante, lo que pasa en el momento en que llegas al mar, todo lo que traías se detiene, es un alivio para el estrés,…eso me encanta. El azul me gusta y el mar es un espacio de libertad; la verdad es que todos los espacios abiertos me dan esa sensación, que nos lleva a una mente abierta, con ideas, sentimientos y expresiones abiertas.

Video de la canción Sábanas blancas
Muchas felicidades en su cumpleaños a este artista que tanta alegria y espiritualidad comparte con su obra.