Mucho se ha escrito de que el gobierno de EE.UU "descubre” la existencia de los misiles soviéticos en Cuba, un día como hoy 14 de octubre de 1962, por sus vuelos espías. Pero, no fue tan así.
La verdad es que, desde finales de septiembre, ya la CIA tenía la información, "gracias” a un doble agente soviético.
Esta es la historia…
Moscú, julio de 1960. Un oficial soviético de nombre Oleg, había estado estudiando la manera de hacer contacto con personal de la embajada de los EE.UU en Moscú. Al final opta por acercarse a un par de estudiantes americanos. El encuentro tiene lugar bajo el Puente Moskvoretsky y les entrega un paquete, con la encomienda de que fuera entregado inmediatamente en su embajada, que allí sabrían que hacer con él.
Los oficiales CIA en Moscú se tomaron su tiempo y demoraron en contactarlo porque creían que era, lo que se denomina en inteligencia "un anzuelo”. Finalmente, para no hacer contacto ellos directamente, persuadieron a un espía británico conocido como "Wynne”, para concertar una reunión con dos oficiales de inteligencia estadounidenses y dos británicos, aprovechando una visita de Oleg a Londres en 1961.
Siempre se tuvo recelos de la autenticidad de este espía, se creía que era un topo que habían plantado los soviéticos. En uno de los informes hoy desclasificados, un oficial de los servicios de inteligencia cita:
(…) Cuando escribí por primera vez mi análisis de Penkovsky, mi superior Maurice Oldfield, Jefe de Estación en Washington, me dijo: "Peter, vas a tener que tener mucho cuidado, hay muchas medallas de la KGB en la espalda de ese Sr” (…).
Un año demoraron en contactarlo, pero durante ese tiempo "Wynne”, estaba siendo cuidadosamente entrenado por la inteligencia británica, con la tarea específica de hacer contacto con el oficial Soviético, con el propósito de convertirse en uno de sus mensajeros.

Oleg Penkovski, nombre en clave para la CIA: “HÉROE”. Coronel de la inteligencia militar soviética, pasó durante año y medio, información altamente confidencial sobre la guerra química, el diseño y la construcción de misiles y la estrategia militar de Moscú, a la inteligencia británica y a la CIA, aprovechando sus viajes al extranjero. Entre tantas, sobre el emplazamiento soviético de misiles en Cuba.
Es por él que EE.UU conoce de ese asunto y es por este motivo que envía sus aviones espías U-2 para identificar los sitios de misiles. El primero de cuyos vuelos estuvo programado para el día 9 de octubre, pero por inclemencias del tiempo por esos días no fue posible, y se efectuaría entonces, un día como hoy 14 de octubre de 1962, y al que seguirían muchos vuelos más.
Aunque se atribuye a este oficial soviético la mayoría de esas fotografías que hoy encontramos publicadas en internet de aquellos emplazamientos de misiles soviéticos en Cuba, lo cierto es que toda su información aportada, junto con las imágenes de baja resolución obtenidas por los vuelos espías que la corroboraron, desencadenarían lo que se conoce como la “Crisis de Octubre” o "Crisis de los misiles”.
Oleg Penkovski, estudió la carrera militar en Kiev. Luchó en el Ejército Rojo contra los nazis y concluyó la guerra con el grado de Teniente Coronel. Posteriormente, fue enviado a la embajada de Ankara como agregado militar y finalmente, destinado a la inteligencia por recomendación del general Iván Serov, jefe del KGB, del que era amigo y confidente desde su juventud, así logró formar parte de su cúpula con acceso a documentación altamente confidencial.
Las actividades del espía soviético fueron alertadas por Jack Dunlap, otro doble agente soviético, empleado en la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU, pero que trabajaba para la KGB, aunque los principales oficiales de la KGB ya sospechaban que era un agente doble, pero decidieron priorizar la protección de su fuente, Dunlap.
La KGB poseía grabaciones de un encuentro de Oleg en el Hotel Ucrania con el espía británico "Wynne” y se le había sorprendido cometiendo sospechosas faltas en los protocolos de seguridad. Con tales evidencias, y con un chequeo médico de rutina para oficiales como excusa, es internado durante unas semanas en una clínica y se aprovecha la ocasión para instalar cámaras y micrófonos en su casa de Moscú. Descubriendo entre otras cosas, que el agente disponía de pasaportes falsos. Finalmente, tras haberle filmado y seguido durante meses, con sobradas evidencias en su contra, le detienen por temor a una fuga.
Trabajó muy duro la KGB siguiendo a diplomáticos británicos y cada paso del traidor para construir un "caso de descubrimiento" contra él y poder arrestarlo sin quemar a sus informantes. Y aquí un dato importante, fue tal la cautela con que se manejó este asunto, que incluso llevó a que los misiles fueran descubiertos antes de lo que hubieran preferido los soviéticos.
Su detención provocó la destitución del jefe del KGB, su protector. Semanas más tarde de su detención, su operador encontró una marca de Oleg en una farola en su lugar de encuentro. En ese momento supieron sus oficiales CIA que ya no lo volverían a ver.
En el discurso del presidente Kennedy a la nación aquel 22 de octubre, donde muestra las fotografías que los aviones espías habían tomado, expresa que esas fotos confirmaban informes de inteligencia que ya poseían, en referencia a los informes del espía soviético, que describían que los soviéticos estaban instalando misiles nucleares de mediano alcance en Cuba, lo que se conocería con el nombre en clave: “Operación Anadyr”.
Años más tarde, informes desclasificados dieron a conocer que el presidente Kennedy fue privado, con toda intención, de valiosa información de inteligencia que pudo haber aliviado la tensión en los días de la Crisis. Siendo la más significativa, el hecho de que el arsenal nuclear soviético era mucho más pequeño de lo que se pensaba anteriormente, que los sistemas de abastecimiento de combustible soviéticos no estaban en pleno funcionamiento y que los sistemas de guía soviéticos aún no eran funcionales.
Por un informe desclasificado de la propia KGB, que cita al Coronel Alexander Zagvozdin, jefe de interrogadores de la KGB, se conoce que Penkovsky había sido interrogado quizás un centenar de veces y que había sido fusilado e incinerado. Y aquí un necesario aparte, para no faltar a la verdad. Las historias no se ponen de acuerdo, según quien la cuente, unas versiones apuntan a que fue fusilado, otras versiones cuentan que le dispararon en un atentado, otras que fue quemado vivo y hasta alguna dice que se suicidó.
En fin, sea cual fuere el final de este personaje, lo cierto es que se conoce en la comunidad de Inteligencia Soviética y post Soviética, como el mayor fracaso en la historia de la KGB y como el principal espía que ha tenido Occidente en la jerarquía soviética.
(Tomado del Facebook de Ale JC Boyeros Comunicación)
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