Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) iniciarán en todo el país a partir del venidero 18 de febrero los barrios debates antimperialistas y por el deber patrio.
Aranelis Barbán Rodríguez, miembros del Secretariado Nacional de la mayor organización de masas del país, dijo a Tribuna de La Habana que hasta el mes de julio los CDR realizarán más de de mil 400 barrios debates antimperialistas, escenario propicio para denunciar el bloqueo económico financiero y comercial que por más de 60 años mantiene el gobierno de los Estados Unidos contra la mayor de las Antillas, y que el presidente Donald Trump ha recrudecido como parte de la guerra económica.
Barbán Rodríguez añadió que se realizarán intercambios con familias destacadas y fundadores de los CDR.
Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), profesionales del derecho y economistas comparecerán como ponentes en la jornada cederista.
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Muy atinada idea. Dentro de los conceptos a debatir sería bueno incluir un primer reto, podríamos decir que hasta decisivo en el éxito de enfrentar las patrañas que los tentáculos del imperio intentan llevar hasta las bases de nuestra sociedad socialista: trabajar para recuperar el nivel de convocatoria que siempre tuvo la peculiar y fidelisima organización CDR a nivel de cuadra, así como sus bases entre circunciripciones y Concejos de los electores. Los CDR una creativa forma de conectarse con la mayoría más arraigada al fragmento de terruño donde afianza su hogar, núcleo familiar, donde moldea sus más íntimos sueños sin perder sus identidades con otras colectividades. Los vínculos y funciones de los CDR asumen una estructura de poder ineludible del puéblo en el tiempo de recuperación de energía laboral y espiritual. Sin dudas está forma de combatir los logros socio políticos y culturales ubica su fuerza entre los poder el más transversales que tenemos, el cual está marcado por la convivencia y la vecindad solidaria . Los CDR motor de masividad y respeto al pensar y al vivir en la cubanía desde diferentes ángulos y destellos; pero siempre de movimiento rectilinio y circular de apoyo al semejante, a la Revolución a la vecindad moralmente compulsiva como un fin para preservar valores frente a lo mal hecho, lo mal concebido y urgido de enmienda, de cambio por resultar injusto para la vecindad, Para enfrentar todo lo mal hecho con intenciones de perturbar al vecino en su forma de ejercer la cubanía comprometida con la Revolución, participativa en nuestra sociedad. Accionar para evitar que las formas de convivencia sufra su fortaleza masiva durante los últimos tiempos cuando recibe golpes derivados de los procesos, también necesarios de la institucionalización de la vida civil dentro de la Revolución en nuestro país. Gracias.