Apenas unos días nos separan del nuevo año 2025 y el aniversario 66 del triunfo de la Revolución Cubana, y el pueblo de esta tierra de gigantes continúa luchando por alcanzar mayor bienestar y desarrollo en las muy difíciles y complejas condiciones de asedio, bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos.
Ese abominable cerco tiene récord de injusticia y abuso contra millones de hijos de esta nación caribeña que no cesa en su empeño, con sacrificio e inquebrantable resistencia, por actualizar y desarrollar un modelo socialista a lo cubano, con paz e independencia.
Los ciudadanos de la Mayor de las Antillas siguen siendo víctimas de una política de asfixia y estrategia subversiva por parte de Washington, y ello ha redundado en la carencia de recursos básicos, alimentos y medicamentos, como nunca antes.
De igual manera, la equidad y justicia social que enarbola la Revolución desde el triunfo de enero de 1959 y que se sustenta en la dignificación del hombre e importantes conquistas que han favorecido a millones de cubanos los cuales durante este proceso emancipador tuvieron por vez primera posibilidades de hacer realidad sus sueños y el de sus hijos de aspirar a un título universitario o de una especialidad técnico-profesional que le permitiese obtener un mejor futuro.
También el gobierno revolucionario dispuso el acceso a la Salud Pública, hospitalización, tratamientos y cirugías ante determinados padecimientos, y de manera gratuita para todos los ciudadanos, sin distinción de clase, credo, ni raza.
Lo mismo ocurrió con la práctica del deporte y las escuelas de arte, los movimientos y módulos culturales, la atención especial a personas discapacitadas y vulnerables.
Surgieron además en estos años las Casas de Abuelos, el Sistema de Atención a la Familia, apoyo institucional a madres requeridas de ayuda con más de tres niños, el derecho a jubilación y seguro social, entre otras medidas vigentes desde los años 60 con la entrega de propiedad de viviendas y tierras de cultivos a trabajadores del campo, las denominadas Reforma Urbana y Agraria, respectivamente, las cuales se han fortalecido con posteriores legislaciones.

Sin embargo, a pesar de estas y otras disposiciones que se han dictaminado a favor de las mayorías del pueblo y en busca de mayor igualdad, el recrudecimiento del bloqueo e inclusión de la Isla en una espuria lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo, (cuestión esta que es un colosal disparate, sin argumento convincente, injustificado, arbitrario y cual solo responde a mezquinos fines políticos), ha potenciado ciertas desigualdades ajenas a los propósitos del socialismo en la construcción en nuestro país.
De igual manera se insertan nuevos actores económicos individuales y privados sin experiencias anteriores en estas décadas de Revolución, por lo cual se trabaja mancomunadamente con todos los involucrados en el sistema para su perfeccionamiento como novedosas estructuras que precisan también, como las estatales, de revisión y seguimiento para erradicar algunas distorsiones que se han suscitado en el proceso de su instrumentación y desarrollo.
Así mismo, la complejidad de la crisis global que incide directamente en los mercados externos y los obstáculos para Cuba en sus transacciones comerciales, inversiones, negocios bilaterales, y prohibición de créditos y acceso a bancos foráneos ha traído consigo marcada insuficiencia de recursos vitales, dañando además el suministro de combustibles para la estabilidad energética, y por ende perjudica el desarrollo económico e industrial armónico del país, generando insatisfacción en servicios de la población.
Pero los cubanos, como fueron capaces de revertir las letales consecuencias de la pandemia de Covid-19 con la innovación de vacunas y tratamientos por parte de sus talentosos científicos, también convertirán en victorias los reveses que han golpeado con creces este año 2024: asedios, huracanes, terremotos y otros flagelos naturales. Y aun en este complejo contexto, nadie en la Isla quedó desamparado.
Con unidad, voluntad política y fe en el triunfo, el noble y solidario pueblo de Cuba continuará trabajando con ahínco y compromiso por un año 2025 superior, con modestos logros, pero mayores perspectivas de avance y prosperidad para todos los cubanos.
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Muy buen artículo, que sirve de recordatorio para los desmemoriado y desagradecidos, faltaron por decir muchas más cosas que ha hecho la revolución a lo largo de estos difíciles años a favor de todo el pueblo, de ellos solo mencionaré uno, la esperanza de vida al nacer a más de 80 años y erradicación de enfermedades, gracias al sistema de vacunación con más de diez vacunas aplicadas a todos por igual, eso muchos lo olvidan. CUBA resiste y vence.