Antonio Lorenzo Pupo está «semincado» frente a La Mambisita, una locomotora de vapor de 1882, cuando alguien lo ve y le pregunta: «¿Antonio tú estás suplicándole a esa máquina?» Y él responde: «no, llegándole a dónde quiero».
La Mambisita es historia andante, la más antigua que tiene el ferrocarril cubano, 142 años de explotación, le dicen así de cariño, y su mecánico, Antonio, la repara con tanto afecto que parece que le ruega.
Antonio es mecánico de equipos ferroviarios. A los 18 ya estaba «en el mundo del ferrocarril». Lleva 35 años «luchando con estos medios». Y hace unos cuantos atiende a las locomotoras de vapor. «Se me metió en la sangre, en el tuétano».
«Desde el 21 de diciembre del año 1988 he mantenido mi vida laboral aquí, ininterrumpidamente. Yo soñaba con esta historia. Comencé como ayudante, luego me hice técnico en explotación del transporte, mecánico de las máquinas, y me perfilé en la línea de las máquinas de vapor, que era lo que me apasionaba de verdad».
El día que se le incó a La Mambisita le limpiaba unos cilindros. ¿Y cómo logran mantener en funcionamiento máquinas tan antiguas?
«Es difícil y tedioso. El personal técnico que se ha especializado en ellas realmente ha escaseado. Eso trae en paralelo que los equipos vayan en detrimento.
«Lo que más trabajo me da de esa locomotora es la caldera. La mayor parte de la caldera es original. La parte que más sufre es el fogón. Y esa parte es la que queremos sustituir, con una chapa que logramos conseguir en Felton.
«La parte de la maquinaria de ella, la parte mecánica, yo lo hago como un hobby, la veo tan fácil... mucha gente me dice, ¿pero cómo tú lo logras? Es que me gusta, la quiero».
Antonio está convencido de que su trabajo además de mecánica, es restauración, y es ciencia.
«Yo le hice una innovación hace unos 4, 5 años. Me tildaron de loco cuando quise hacer aquello, porque el inyector original que trae ella perdió la calibración de tantos años de trabajo. Entonces traté de adaptarle otro de una locomotora más grande. Me pasé 3 meses. Me decían: Antonio eso no lo ha logrado ningún mecánico; esas máquinas llevan aquí toda la vida y eso no lo vas a lograr; quítate eso de la cabeza. Pero dicen que tildan de locos a los científicos hasta tanto puedan probar que lo que están haciendo da resultado. Así conmigo. Y en este caso para bien, lo logré. Son cosas que las veo fácil, para otros es difícil pero para mí es el día a día».
La Mambisita se encuentra en el municipio Rafael Freyre, de Holguín, prestando un servicio extrahotelero ¿Reciben ustedes parte de los ingresos del paseo turístico que se presta en la locomotora de vapor?
«Es una situación difícil esa. El salario no se corresponde con lo que debería. Hay perspectivas de mejoría, pero consolidado nada. Yo no gano 3 mil pesos, sino 2 mil y pico. Estoy aquí porque realmente lo quiero, porque lo siento, pero esa economía no me alcanza para nada. Valga que tengo otra forma de familia, que me ayuda para ver si puedo seguir con este sueño, y que un día yo pueda contar otra cosa».
A sus 54 años la voz de Antonio se oye segura cuando dice: «Esto aquí me gusta. Y seguiré hasta lograr, a ver si llego, a jubilarme. Ojalá y pueda».
*La Unión de Ferrocarriles de Cuba tiene como reto inmediato, convertir este servicio en una Mipyme estatal para mejorar su autonomía, el salario y las condiciones de vida y laborales de sus trabajadores, entre otros beneficios. Asimismo se requiere buscar una fórmula para que esta organización pueda percibir parte de la liquidez en divisas que generan los servicios que prestan al turismo internacional para su sostenibilidad.








(Tomado del perfil en Facebook del ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila)
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