A una cuadra del Parque del Quijote de La Habana, se reunió esta mañana parte de la sociedad civil para seguir luchando contra molinos de viento, ahora convertidos no en gigantes, sino en exclusión, discriminación y estereotipos. Y es que en la sede de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas sesionó el taller ``Discapacidad intelectual en Cuba: avances y desafíos para la inclusión social en Cuba´´.
Este espacio, coordinado por la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual (ACPDI), contó con la presencia de representantes de numerosas instituciones, asociaciones y público sensibilizado con el tema.
A partir de dudas y experiencias, se realizó la conferencia-debate, todos enfocados en reducir las muestras de discriminación que aún existen hacia estas personas en nuestra sociedad, y en encontrar vías para defender sus derechos y posibilitar su inclusión.
El jurista Leonardo Pérez Gallardo, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia, explicó algunos de los desafíos que ha impuesto el Código de las Familias, y las transformaciones que deben ocurrir en un futuro Código Civil. No basta con proteger sus derechos, sino que también hay que permitir que ellos lo ejerciten por sí mismos acorde a su situación, comentó respecto a las personas con esta condición.
Representantes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Educación y de Relaciones Exteriores comentaron algunos de los proyecto y programas que desde esos organismos se ejecutan relacionados con este grupo poblacional. También familiares expresaron sus inquietudes y dudas, fundamentalmente relacionadas con la inclusión laboral y el seguimiento una vez que cumplen 18 años y salen del sistema de enseñanza.
Todo lo que se ha hecho no puede verse como una meta cumplida, es un punto en el camino para lograr la inclusión plena de las personas en situación de discapacidad y de sus familiares, fundamentalmente madres, que dedican su tiempo casi únicamente a su cuidado. Ejemplo de esta inclusión fue la experiencia de Paula Angelini López, de 15 años, que próximamente se incorporará al proyecto ``La Moneda Cubana´´ para aprender habilidades relacionadas con la gastronomía y los servicios culinarios. Para su madre, Niaile López, esto es un paso de avance, porque es la primera persona en situación de discapacidad intelectual integrada a este proyecto y espera que aumente la independencia de su hija y sea la primera de muchas.
La ACPDI fue fundada en junio del año pasado, y es la mayor asociación de personas en situación de discapacidad en el país. Actualmente tiene el propósito de llevar su accionar hacia las comunidades, los lugares donde se desempeñan los asociados y sus familiares y donde muchas veces, más que las políticas del país, influye la sensibilidad humana para con nuestros semejantes.

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