Como resultado de una rigurosa investigación se determinaron graves errores cometidos por el ex Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández en el desempeño de sus funciones.
Teniendo en cuenta el nivel de verificación de los hechos, y a propuesta de la Fiscalía General de la República, el Buró Político del Comité Central del Partido y el Consejo de Estado, aprobaron que los órganos competentes del Ministerio del Interior iniciaran las actuaciones correspondientes para el esclarecimiento total de estas conductas.
Desde el mismo inicio de estas actuaciones, el implicado ha reconocido graves imputaciones y en consecuencia, renunció a su condición de miembro del Comité Central del Partido y de Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Como parte de la invariable ética de la Revolución Cubana durante estos 65 años, la dirección de nuestro Partido y Gobierno nunca ha permitido, ni permitirá jamás, la proliferación de la corrupción, la simulación y la insensibilidad. Bajo este principio mantendrá, desde la legalidad, el permanente enfrentamiento, transparencia y tolerancia cero a este tipo de manifestaciones que afectan a nuestro pueblo, consciente de que mientras más elevado sea el nivel de confianza depositada en un cuadro, mayor será el rigor e intransigencia con que se actúe ante hechos de esta naturaleza.
Como es de esperar, el enemigo desatará una nueva campaña propagandística contra Cuba, pero nuestro pueblo, como nos tiene acostumbrado, se mantendrá firme al lado de su Partido y Gobierno, fieles al legado del Comandante en Jefe y a las enseñanzas del General de Ejército Raúl Castro Ruz.
(Tomado de Cubadebate)
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Cada cuadro de la revolución tiene que ser un ejemplo para sus subordinados y el resto del pueblo, cuando se viola este principio se pierde la confianza que un día se depositó en el. Los tiempos actuales más que en otro momento exige de nuestros cuadros una actitud brillante. Pienso que nuestras autoridades han actuado con plena transparencia y eso se demuestra en el reconocimiento del propio implicado.
Que caiga el peso de la justicia si existe corrupción, hechos como estos a los que más afectan son al pueblo. Nadie tiene el derecho de aprovecharse de cargo alguno para cometer hechos de corrupción, menos en los momentos tan difíciles que vivimos.