El Instructor de Lengua de Señas Cubana (LSC) es un profesional imprescindible, por considerarse el principal modelo lingüístico y cultural de su comunidad y ante el resto de la sociedad. Cada 17 de octubre, desde el año 2009, celebra su día nacional.

Surge como parte de las acciones emprendidas de manera conjunta entre la Asociación Nacional de Sordos (ANSOC) y la Universidad Pedagógica Enrique José Varona, a fin de garantizar la enseñanza y promoción de los valores socioculturales, lingüísticos y didácticos de la LSC, que es la lengua nativa, natural y elemento cultural más significativo e identitario de las personas sordas.

“Se escoge este día, por considerarse el primero en que una persona sorda impartió una sesión de nuestra lengua de forma empírica”, recordó la vicepresidenta nacional de la ANSOC, Miriam Meneses, quien resaltó a Tribuna de La Habana cuánto de complejo y significativo distingue el quehacer de los 85 instructores que hoy laboran al servicio de la asociación y en Educación.

De manera permanente se organizan cursos de actualización y capacitación para los todos los instructores del país. Foto: Cortesía del CENDSOR

Por su parte, el subdirector de Investigación y Desarrollo del Centro Nacional de Superación y Desarrollo de la Persona Sorda (CENDSOR), Doctor en Ciencias Yoel Moya Pérez de Corcho, comentó que el instructor es, por lo general, una persona sorda, cuyo nivel de preparación pedagógica le permite dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje de la LSC, tanto en calidad de primera como de segunda lengua.

Señaló que a pesar de que las primeras acciones de enseñanza de la lengua de señas a personas oyentes por parte de personas sordas tuvo sus primeras experiencias en la década de los noventa del pasado siglo, el reconocimiento con carácter oficial de la figura del instructor ocurrió en 2001.

Fue luego del primer curso de habilitación pedagógica con dichos fines que se hizo en La Habana; desde ese entonces comienzan a multiplicarse por todas las provincias del país. Es una modalidad de capacitación que perdura hasta nuestros días.

Moya puntualizó que a inicio del año 2000 los instructores sordos ejercían sus funciones desde las sedes municipales y provinciales de la ANSOC; sin embargo, con la introducción en el curso escolar 2004-2005 del Modelo Cubano de Educación Bilingüe para personas sordas, ellos comienzan su ejercicio en las escuelas especiales para niños sordos, con la inclusión en el currículo escolar de la LSC como asignatura, en calidad de primera lengua.

“Su presencia en todo el país asegura la enseñanza de la lengua a través de diferentes modalidades y vías, tanto entre personas sordas como en oyentes. Con este propósito se organizan cursos libres y con fines específicos; talleres de verano, peñas y otras acciones”, dijo.

El Grupo de Investigación de la Lengua de Señas Cubana (GILESC) ha normado y registrado unas 3 000 señas. Foto: Cortesía del CENDSOR

En el caso de caso de los instructores, estos son orientados y coordinados desde el Departamento Nacional y Departamento Docente Metodológico de Identidad Cultural Sorda de la ANSOC y del CENDSOR, respectivamente.

El presidente nacional de la ANSOC, Alejandro Marzo, felicitó a los instructores por su protagonismo en cuanto a la preparación de la comunidad sorda, de los intérpretes, maestros y demás personal, así como por su liderazgo dentro del reclamo del reconocimiento legal de la Lengua de Señas Cubana como lengua natural de las personas sordas.

“Hoy en Cuba se está presentando el proyecto de reconocimiento, y ellos han sido decisivos para que se apruebe esa lengua como un recurso y un derecho de las personas sordas”, afirmó Marzo.

La Coordinadora Nacional de Intérpretes de la ANSOC nacional, Annia Reigada, valoró la importancia de los instructores en la formación, capacitación y evaluación de quienes se desempeñan en el servicio de interpretación de LSC que actualmente cuenta con 321 cubanos y cubanas trabajando en la ANSOC y en Educación.

“Son ellos los usuarios y los que poseen el patrimonio de la lengua, por ende la dominan y nos la transmiten para nosotros ponerla en práctica y apoyar a que nuestro trabajo se desenvuelva con la mejor calidad cuando estamos interpretando del Español a la lengua de señas”, aseguró Reigado.

La promoción de la Lengua de Señas Cubana (LSC) es una prioridad de la ANSOC con miras a su legalización. Foto: Cortesía de la ANSOC filial La Habana

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