Con saberes compartidos, construcción colectiva y tareas para llevar a los barrios el Programa Nacional de lucha contra el racismo y la discriminación, concluyó el curso Realidades antirracistas: multiplicando y tejiendo sueños.

En una combinación de modalidad presencial-virtual, las sesiones se desarrollaron entre el 15 y el 20 de abril, convocadas por la Escuela Itinerante de Voces Afrofeministas y coordinadas por la profesora e investigadora Rosa Campoalegre Septien.

"¿Qué pretendíamos? Romper el silencio sobre el Programa Nacional de lucha contra el racismo, la falta de desconocimiento. El objetivo principal es multiplicar y para eso nos unimos un grupo de unas 10 instituciones académicas del país, lideradas por el Programa Nacional de lucha contra el racismo, la Cátedra de Estudios Nelson Mandela, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), acreditado por la prestigiosa Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, con la participación de la Universidad de Ciencias  Pedagógicas y otras".

"Nos parece que estamos ante una ruta a continuar. ¿Qué distingue esta ruta, en qué sentido es pionero? Es la articulación entre academias y activismo afrodescendiente, es un curso que borra las fronteras entre ambos procesos, los académicos y el activismo, es una acción muy potente de activismo con fundamento académico, científico", consideró.

En la última jornada, la canción Mi casa.cu, del trovador cubano Tony Ávila, fue el hilo motivador para reflexionar y aportar herramientas.

A partir del desmontaje de la letra, se habló acerca de la genealogía crítica, que permite saber de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos; la necesidad de motivar para promover la participación activa, en la que cada cual aporte  sus conocimientos y saberes y lograr que sea efectiva, la pertinencia de apelar a la ancestralidad en cualquier acción, (como pauta y herramienta), defender la identidad y la defensa de la unidad en la diversidad.

En el intercambio y la construcción colectiva, se coincidió en la necesidad de cambiar, pero con límites políticos epistémicos, subjetivos y necesarios, sin dañar los cimientos.

Este curso, declaró Campoalegre, forma parte de la Escuela Itinerante de la Red Internacional de Voces Afrofeministas (RIVAS), un proyecto contrahegemónico en construcción con la Universidad de la Diáspora Africana.

"Este fue el  primer curso de esta escuela itinerante. Este tipo de acción la desarrollará la escuela en los 18 países de América Latina, África y Europa que integran RIVAS y el tema va a ser seleccionado a partir del diagnóstico de la problemática racial allí y, en particular, de la incidencia política de las mujeres afro en la lucha contra el racismo.

Según destacó Campoalegre, en Cuba el diagnóstico arrojó  que lo más importante era apoyar a multiplicar el Programa Nacional de lucha contra el racismo y después se seguirá con temas, sobre todo temas afrofeministas.

Ante ello, dijo Campoalegre, conformaron un programa desde un nivel de familiarización para que la gente conociera el programa nacional de lucha contra el fascismo, se motive a multiplicarlo y haga al menos una acción importante sobre este tema extendiéndolo al barrio . "Las acciones son los talleres Que mi casa necesita (frase tomada de la canción de Ávila) con Color Cubano (programa nacional antirracista). Los talleres los impartirán  las personas egresadas del primer curso.

Se espera exista un segundo curso  para acreditar  profesoras y profesoras, tutoras y tutores, que se multipliquen  en diferentes escenarios del país, entre ellos,  la Universidad del Cienfuegos, en alianza con la cátedra Nelson Mandela", señaló. También se valora extender esta iniciativa formativa para la movilización a provincias como Pinar del Río, Camagüey y Santiago de Cuba.

Foto: Raquel Sierra

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