Tras el devastador paso del Huracán Ian por la provincia de Pinar del Río, la solidaridad de los cubanos, y de hermanos de otras naciones, no se ha hecho esperar. Múltiples son las cargas de donaciones que llegan hasta el más occidental de los territorios de Cuba, así como los brazos solidarios de otras provincias, que se empeñan en borrar, en el menor tiempo posible, las huellas que el meoteoro allí dejara.

Uno de los sitios donde este 15 de septiembre se hizo patente la solidadridad de los habaneros con sus hermanos pinareños, fue en la Unidad Presupuestada, hogar de ancianos Carlos Castellanos Blanco, de Pinar del Río. Quienes allí acudieron no dieron tregua al cansancio; hombres y mujeres se batieron desde el primer momento para apoyar en la recogida de cuanto árbol había sido derribado por las inclemencias del tiempo.

Respecto a lo vivido en esa jornada, Tribuna de La Habana conversó, en exclusiva, con la doctora Noelia Lorenzo Machín, directora de la instalación.

Foto: Ariel Sampedro

Al indagar sobre los daños al inmueble, expresó que fueron afectaciones, desde el punto de vista estructural “con 15 ventanales que sufrieron desprendimiento total, de ellos, cerca de cinco son recuperables; también se afectaron varios metros de falso techo, luminarias, las cubiertas de la planta alta, los emvases de agua y calentadores. Desde el mismo momento en que se decretó la fase recuperativa, todo nuestro personal comenzó a trabajar en la recogida de los árboles, la limpieza, y organización de la institución”, agregó.

Con un total de 282 ancianos , todos internos, divididos en dos bloques, esta institución, expresa Lorenzo Machín, que los abuelos permanecieron allí durante toda la trayectoria del meteoro, y debieron evacuarlos hacia la planta baja “en la zona del teatro y el área de rehabilitación. Allí permanecimos con ellos durante toda la madrugada, hasta el amanecer del siguiente día”, refirió la directiva.

¿Cómo ha sido la respuesta de los pobladores de Pinar, en el apoyo de la recuperación de un lugar tan importante para sus familiares?

“Hemos tenido mucha ayuda, todos estaban muy preocupados, apoyándonos en la recuperación, la recogida de los árboles. Hemos tenido cooperación de los pobladores de Pinar, y otros territorios, como La Habana, así como de los compañeros de Labiofam, y de otros sectores”.

Uno de los temas más sensibles, sin dudas, es la electricidad, ¿qué nos puede decir al respecto?

“También fuimos afectados, de hecho, en este minuto –al mediodía de 15 de octubre-, no tenemos electricidad, pero sí contamos con un grupo electrógeno con capacidad para ambos bloques del inmueble”.

La conversación con Lorenzo Machín duró poco menos de tres minutos, tiempo suficiente para retomar fuerzas y comprender, un poco mejor, la entrega del personal que labora en este hogar de ancianos, apreciar la verdadera dimensión de lo vivido durante el paso del meteoro, y cuánto realizan para borrar, en el menor tiempo posible, las huellas que Ian les dejó.

Foto: Oscar Alvarez Delgado

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