“Para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad” nacía el 14 de marzo de 1892 el periódico Patria.
Hace 130 años José Martí fundaba, a decir de él mismo, un soldado de la prensa dispuesto a difundir la verdad de los esfuerzos revolucionarios por independizar a Cuba y Puerto Rico. Creado en medio de los preparativos de lo que sería la Guerra Necesaria, debía contribuir a lo que fue casi una obsesión martiana: lograr la unidad en torno a la idea de Revolución en medio de las aspiraciones autonomistas y anexionistas que tomaban vuelo en Cuba y de la amenaza imperialista que ya avizoraba.
Las páginas de Patria estaban llenas de obras que contribuían a la preparación del ánimo para la guerra que dentro de poco vendría, para esto recurre a lo simbólico, a reforzar el imaginario de la joven nación que se va creando. El reconocimiento del Himno de Bayamo como Himno Nacional con su publicación en la portada del primer número, junto a La Borinqueña; la recordación de héroes, olvidados o presentes, de la guerra grande; y numerosas reseñas para enaltecer la memoria nacional. Todo ante el riesgo inminente que ve Martí de disolución del país en las terribles condiciones dentro y fuera de las fronteras cubanas y la necesidad de alcanzar cuanto antes la segunda y definitiva independencia de toda la América española.
Surgido apenas un mes antes de la fundación del Partido Revolucionario Cubano (PRC), Patria no nació como el órgano oficial de este. No quería el Apóstol que tuviera este rótulo para evitar las ataduras que con ello sobrevendrían y mantenerlo centrado en su objetivo de lograr la unidad. Aunque se convertiría de hecho en máximo difusor de las ideas del PRC, no es sino hasta la muerte de Martí que comienza el rotativo a incluir esta distinción en primera plana.
Luego del 19 de mayo fatal, Patria fue sufriendo una transformación en su línea editorial, a la par que las ideas antimperialistas fueron siendo relegadas. Su último número salió el 31 de diciembre de 1898, cerrando sus páginas con una nota nombrada Obra terminada, cuando ya era dirigido por Tomás Estrada Palma. Lejos de lo que rezaba su título, la labor de Martí a partir de ese momento fue más imprescindible que nunca, en vista de lo que quedaba por hacer.
Patria pudiera ser catalogado como el máximo ejemplo de periodismo comprometido y revolucionario de Cuba. Y aunque las condiciones objetivamente son diferentes, pudieran encontrarse muchas similitudes entre la actualidad y el ya lejano 1892. En una situación de crecientes amenazas; cuando las guerras, ya sean culturales o confrontaciones bélicas propiamente dichas, son certezas; “la pasión en la verdad” debe ser más fuerte que nunca.
Ante esto, los retos de la prensa cubana actual se parecen a los que enfrentó el Apóstol, a la vez que tiene los suyos propios. La objetividad como guía, sobresalir en un panorama mediático adverso, lograr la sostenibilidad material de las redacciones, incluir los nuevos recursos periodísticos a sus producciones, conciliar inmediatez y entereza y mantener la calidad de los contenidos como pilar son algunos de los objetivos de la Prensa Cubana que celebra este 14 de marzo su día, que debe seguir bebiendo de las enseñanzas del pasado, como Patria, sin ser copia y calco.
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