Sin haber cesado acciones durante la pandemia, la oficina del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en La Habana fortalecerá en 2022 las acciones de su programa de cooperación con temáticas priorizadas en Cuba.

Los resultados, desafíos y soluciones implementadas durante el bienio 2020-2021, fueron evaluados en balance realizado en modalidad virtual, en el que interactuaron contrapartes nacionales que participan en proyectos insertados en el noveno ciclo de cooperación bilateral, así como consultores de UNFPA en Cuba.

Según dijo Alanna Armitage, representante de UNFPA en México y directora de país para Cuba y República Dominicana, se continúa trabajando en tópicos priorizados en el Marco de cooperación del SNU en Cuba como la dinámica demográfica, embarazo adolescente, salud materna y prevención y atención de la violencia basada en género.

El panel Presentación de resultados por productos del Programa de País, a cargo de Grisell Rodríguez, Livia Quintana y Marisol Alfonso, de UNFPA Cuba, permitió acercarse a los disímiles ámbitos de la cooperación de esa organización.

Foto: UNFPA

Amigos para siempre

Con una colaboración de larga data en las problemáticas demográficas, la Salud Sexual y Reproductiva (SSR), durante los años 2020-2021, el UNFPA apoyó a diferentes instituciones, organismos y organizaciones de la sociedad civil en acciones relacionadas a la ejecución de políticas que aseguren el acceso a servicios integrales de SSR y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos para todas las personas, en particular adolescentes y grupos vulnerables.

Entre las expuestas por Rodríguez estuvieron el apoyo a la prestación de servicios de calidad de SSR para adolescentes y la contribución para la actualización del Programa Nacional de Atención Integral a la Salud del Adolescente.

Durante la etapa, se conoció, ante la situación de desabastecimiento en el país, derivado de la pandemia, entre otras causas, se reorientaron recursos para la adquisición de medicamentos e insumos de protección y se apoyaron los servicios de SSR con métodos anticonceptivos. A su vez, se adquirió equipamiento para la atención materna y la incorporación de los cuidados maternos respetuosos en los servicios de Salud materna.

Entre otras actividades, y mediante el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, no se detuvo la capacitación de personal de Salud, docente y personas dedicadas a la consejería y la emergencia obstétrica ni la preparación de materiales metodológicos con diversas temáticas, entre ellas la atención a la pareja infértil en Cuba, las pautas generales para la atención de la violencia sexual en el sector Salud.

Como fruto de las alianzas, se actualizaron las estrategias de género de instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil y se diseñaron otras en ministerios y organizaciones y se acompañó la preparación de juristas sobre los contenidos del proyecto de Código de las familias, hoy en consulta popular.

Otros temas de relevancia trabajados fueron la georreferenciación de datos sociodemográficos, la comunicación sobre temas de población y desarrollo, capacitación de profesionales de los medios sobre género y violencia de género, la incorporación de la dinámica demográfica en la toma de decisión y el desarrollo de capacidades técnicas y tecnológicas para la generación de información desagregada.

En la labor relacionada con adolescentes y jóvenes se trabajó en fortalecer capacidades para diseñar e implementar políticas y programas que promuevan salud y derechos sexuales y reproductivos en esos grupos, capacitar en temas relativos a adolescentes de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) y la entrega a la totalidad de las escuelas de nivel medio, de materiales para la preparación del personal docente.

Según expuso en el panel Livia Quintana, unos 1.160.578 niños, niñas, adolescentes y jóvenes fueron alcanzados con materiales educativos para la protección ante la COVID-19 y fueron publicados resultados de investigaciones en el área de la Educación Integral de la Sexualidad (EIS) y los derechos sexuales por la editorial del Centro Nacional de Educación Sexual.

En el bienio se impulsaron acciones relacionadas con la prevención y atención de la violencia basada en género, lo que permite hoy al país disponer de una Estrategia Integral para la Prevención y Atención de la violencia de género y en el escenario familiar e instrumentos que apoyan su implementación.

Al respecto, se informó, fueron capacitados 32.977 profesionales que brindan servicios de prevención y atención de la violencia basada en género (VBG) en todo el país, de mujeres y adolescentes, y jóvenes de la población LGBTIQ+, como parte de un proceso que incluyó también talleres, cursos y jornadas para sensibilizar sobre prevención y atención a la VBG.

Según destacó Marisol Alfonso, hoy están disponibles resultados de investigación y documentos de apoyo a la capacitación, la Guía de atención en Consejería y manual para mujeres en situaciones de violencia, a la vez que se brindó capacitación en generación de datos sobre VBG.

Prioridades en la mira

Según se dio a conocer, entre las prioridades para 2022, se encuentran el embarazo adolescente y uniones tempranas, migraciones, cambio climático y desarrollo territorial. Para ello, se intensificará la labor con adolescentes y jóvenes en comunidades en situación de vulnerabilidad, se enfatizará en las temáticas de género, dinámicas demográficas, derechos y comunicación, el fortalecimiento de los observatorios demográficos, el ensayo censal y la Encuesta Nacional de Fecundidad, así como en el cierre de dos proyectos en curso.

Igualmente, las acciones se enfocarán en el fortalecimiento de capacidades y sensibilización con personas expertos, y con jóvenes y mujeres, mediante cursos de capacitación sobre implementación de consejerías y coordinación de grupos, apoyo a diplomados de género, comunicación y derechos y capacitación en generación de datos sobre VBG, entre otros.

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