Resulta una tradición popular la celebración del día de los Comités de Defensa de la Revolución, a la víspera del 28 de septiembre, día del año 1960 en que fue creada esta importante organización de masas, a iniciativa del máximo líder Fidel Castro Ruz.
El objetivo esencial de la fundación de los CDR fue establecer la vigilancia popular para salvaguardar a la población de las agresiones, los actos terroristas y la subversión que desde Estados Unidos en contubernio con elementos contrarrevolucionarios y agentes de la CIA se orquestaba contra la Mayor de las Antillas, desde los inicios del proceso revolucionario. Eran empleados también en esa política de asedio sistemático, connotados delincuentes, ex batistianos, elementos antisociales que organizaban planes de asesinatos, sabotajes en objetivos económicos y sociales, y algunos de esos entes indeseables luego formarían parte de los mercenarios que bajo la égida de Washington invadieron la Isla por Playa Girón.
Los programas imperiales desde entonces perseguían el mismo propósito que indicarían las posteriores leyes de bloqueo y acrecentadas medidas de cerco económico, comercial y financiero que han ido instrumentando diferentes administraciones que han transitado por más de seis décadas la Casa Blanca. A ello se suman estrategias de desestabilización y perennes campañas de desinformación fomentadas desde el sur de la Florida por parte de la mafia cubano-americana con apoyo del gobierno para perturbar la tranquilidad ciudadana, y seguir intentando destruir la Revolución.
A pesar del transcurso de los años y los variados métodos aplicados por los enemigos del pueblo cubano (al cual desde EE.UU. siguen tratando de asfixiar por hambre y enfermedades, y de forma oportunista en un contexto internacional de global pandemia de la Covid-19 que mantiene en jaque a la humanidad), la nación caribeña no ceja en su empeño de salvar vidas, producir alimentos, vacunas y nuevos medicamentos contra el letal virus.
También la Isla es acreedora de la solidaridad y el respeto de la inmensa mayoría de los países del planeta que admiran su dignidad y resistencia, y lo han manifestado con su voto en contra del bloqueo, durante decenas de períodos de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, lo cual constituye una vergüenza para los Estados Unidos que se autoproclama “paladín de los derechos humanos”, mientras quebranta los de más de once millones de cubanos.

Este año tampoco será posible, por el flagelo de la COVID-19, celebrar la fecha de los CDR como es costumbre en la Isla, con actividad festiva en las cuadras, la tradicional caldosa y los bailes populares. Sin embargo, un considerable número de organizaciones de base han efectuado por estos días trabajos voluntarios, actividades de limpieza y desinfección en comunidades, en centros hospitalarios y participado en tareas agrícolas y de apoyo a la alimentación de sus compatriotas, al tiempo que exponentes de la cultura ofrecen su arte en las localidades, particularmente en puntos de vacunación y unidades de Salud que son escenario de extraordinaria sensibilidad humana.

Con estilos de trabajo diferente y en concordancia con los tiempos actuales, los CDR siguen siendo un bastión inexpugnable de la Revolución.
Ver además:
Reconoce dirigente histórico de los CDR estrechos vínculos de Fidel con la organización