La historia de Cuba recoge acontecimientos y personajes importantes que tuvieron un decisivo rol en la conformación de la nacionalidad e incesante lucha por la definitiva independencia. Y como mismo esta no se puede escribir sin mencionar a los próceres de las gestas independentistas del siglo XIX, tampoco podrá realizarse sin abordar el destacado accionar del máximo líder de la Revolución Fidel Castro Ruz, en el siglo XX y XXI.

Su imperecedera obra a favor de los más desposeídos y por la dignificación del hombre, trascenderá centurias. Fidel representa el sentido humanista, solidario y altruista de la Mayor de las Antillas.

Fue el mejor discípulo del Apóstol José Martí, a él rindió homenaje en el año de su centenario reivindicando sus ideas de libertad y en pos de la justicia con el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, durante la tiranía de Fulgencio Batista, el 26 de julio del año 1953.

El máximo líder tiene en su haber décadas de batallar por la equidad social. Desde muy joven mostró inquietudes y rebeldía ante los oprobios de las administraciones de turno en la “era republicana”, y en su etapa estudiantil enfrentó a los gobiernos y sicarios que ultrajaban la nación, denunció el Golpe de Estado de Batista en 1952, y repudió el servilismo de entonces a los intereses extranjeros, fundamentalmente al gobierno de Estados Unidos que mantenía a la Isla como su traspatio, al disponer sus compañías de los recursos del país, agravando esa usurera política las condiciones de extrema pobreza y desigualdad en que estaba sumida la inmensa mayoría de los ciudadanos de la Isla.

La impronta de Fidel está en cada niño cubano que asiste diariamente a la escuela, o en aquel que acude a un centro asistencial de Salud para ser vacunado o atendido ante disímiles enfermedades. Concibió estos servicios gratuitos para toda la población desde los inicios del triunfo del Primero de Enero de 1959 y fue el artífice principal de esa alborada.

De igual manera, su huella está en las tierras entregadas a los campesinos, en la Reforma Agraria, también en las viviendas otorgadas a los trabajadores del campo y la ciudad a los cuales les fue entregada la propiedad de inmuebles, por los cuales habían pagado alquileres durante décadas, a dueños y terratenientes.

Igualmente es consecuencia de su obra el desarrollo de la cultura y el deporte nacional, los cuales ocupan un lugar importante en la sociedad.

También incentivó en el pueblo la necesidad de sustentar la defensa de esta ante los intentos imperiales por subyugarla o anexarla.

Asimismo, Fidel concibió de manera temprana lo imprescindible que resultaba acometer la Voluntad Hidráulica a lo largo y ancho del territorio, luego de la furia del ciclón Flora que tantas muertes y daño ocasionó a los cubanos.

Y esa visión del líder permitió que se crearan cientos de represas y pudiese encausarse de la mejor forma posible, el curso de las aguas y sus crecidas a causa de precipitaciones extremas y fenómenos naturales (lluvias significativas, ciclones, huracanes, etc.) que provocaban cuantiosas afectaciones, además de pérdidas humanas y materiales considerables. Pero también esta estrategia contribuye a mejorar los riegos en producciones agrícolas y favorece a la población en etapas de sequías intensas.

Los policlínicos, médicos de familia, hospitales, Casas de Abuelos, e instituciones de seguridad social surgidas durante estos alrededor de 60 años, han tenido como precursor el ideario humanista del Comandante en Jefe.

Sus ideas no solo están más vigentes que nunca en el contexto actual de la Isla, en la batalla sin tregua de los científicos contra virus y enfermedades como la COVID-19, (esfera del conocimiento de la ciencia y técnica que cuenta con especialistas altamente calificados a los cuales el líder brindó todo el apoyo y compromiso posible), profesionales que están hoy en la vanguardia por alcanzar una vacuna que ponga fin al letal flagelo.

A cuatro años de la desaparición física de Fidel, su pensamiento y obra viven en cada cubano que continúa cada día sembrando el futuro por el cual este gigante entregó su vida entera, poniéndola de manera fecunda al servicio de la Patria, y las causas justas en el mundo.

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