Uno de los hechos más extraordinarios en la historia del pueblo cubano, resultó la participación de miles de hombres e incluso mujeres en la Operación Carlota, conscientes de contribuir a la deuda de gratitud hacia los pueblos africanos y cuyas raíces conforman parte de la identidad de nuestra nación. El testimonio de dos excombatientes que laboran en Tribuna de La Habana, posibilita compartir vivencias que van más allá de la epopeya, en su aniversario 45.
Jorge Emilio Piedra Díaz, Tito, responsable de la circulación del semanario impreso, expresa el sentimiento que le sobrecogió en aquel llamado a cumplir una misión internacionalista.
“¿Cómo olvidar aquel momento? Trabajaba como linotipista de periódicos. Y fui llamado entre el año 1978 y 1980, para integrar un equipo encargado del periódico de circulación semanal para ofrecer la información necesaria a los soldados cubanos en Angola, bajo el nombre Verde Olivo en misión internacionalista. Una experiencia que deja una profunda huella en el ser humano porque tienes una visión real de la importancia de aquella colaboración en la cual se definía la libertad de un pueblo sometido a la barbarie por los colonialistas portugueses y sudafricanos con el apoyo de otras potencias imperialistas.
“Regresé, por segunda ocasión, en 1984, esta vez como político en una de las unidades de tropas cubanas. Participé en caravanas y comprendí los resortes que hacían vibrar a los cubanos en los combates. Estuve en Huambo, en la peligrosa carretera de Kanchala…, y aun tengo impregnadas imágenes como la muerte de un periodista cubano de apellido Bacallao, de Radio Reloj, en medio de una emboscada.
“La guerra es dura; pero me hice más revolucionario. Fidel estaba pendiente de cada detalle, era un gran estratega al igual que el General de Ejército Raúl, ambos con un gran sentido del humanismo, la disciplina, conocedores de la historia y la responsabilidad asumida para colaborar en la liberación del pueblo angolano”.
Lázaro Cepero Martínez, chofer, fue de los jóvenes egresados del Servicio Militar General (SMG) que reconoció la importancia de acudir a la solicitud de viajar a Angola como soldado internacionalista. “Este es mi Moncada, la oportunidad de mostrar mi aporte a la liberación de aquel país africano donde realicé diferentes y riesgosas misiones de combate. Fui uno de los integrantes de la Caravana Camilo Cienfuegos, desde su fundación al igual que de la Brigada de tanques de Luena, bajo las órdenes del General de Brigada Ramón Valle Lazo, ya desaparecido.

“Conocí el indiscutible valor de aquel hombre que formó parte de los primeros escoltas del Comandante en Jefe. "Recorrí las 11 provincias de esa nación, bajo el asedio de las emboscadas, caminos y puentes minados, los enfrentamientos con la Unita y el bombardeo de los aviones sudafricanos…". Los recuerdos nublan sus ojos.
“Es impresionante observarle, por instantes, entre sus compañeros de la guerra. “Observamos las vicisitudes de aquel pueblo, niños descalzos, hambrientos, un país en ruinas y supe lo que es una guerra. Fidel es mi referente, nuestro guía eterno. Sus palabras eran muy alentadoras para nosotros en el combate. Raúl es el seguidor, su más querido hermano y continuador de esta Revolución que seguirá en pie porque nuestra participación internacionalista en Angola sirvió también para demostrar la posición irreductible de nuestro pueblo frente a las agresiones imperialistas.
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