El déficit de leche en polvo que experimenta Cubadesde el último trimestre de 2019, se debe a la persecución financiera y al recrudecimientodel bloqueo norteamericano, lo cual ha impactado ladisponibilidad de este producto de manera determinante en el país, según comentó a Granma Genisley Hernández González, segundo jefe de la División Agroalimentaria, del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria.

“Este ensañamiento de la administración de Donald Trump ha incidido en la ampliación de los ciclos de reaprovisionamiento de las navieras, a lo que se han sumado las limitaciones financieras para adquirir la leche en polvo en el mercado internacional. Todo ello ha traído consigo arribos tardíos del producto al país.

“Se ha trabajado con mucha presión para poder cumplir con los ciclos de distribución de la leche. Por el atraso con el cual ha llegado el producto, hemos tenido que distribuirlo casi directo del puerto a las bodegas, sin tiempo para embolsarlo.

“Se han tratado de priorizar los compromisos con la canasta normada, las dietas y el consumo social, y no han existido incumplimientos en las entregas. Las afectaciones se han concentrado, fundamentalmente, en la producción de leche en polvo para otros destinos, así como en la fabricación de yogur y helados”.

Además, el Segundo Jefe de la División Agroalimentaria añadió otro déficit: el de polietileno para la fabricación de bolsas, derivado también de la tensa situación financiera que atraviesa la Isla; y comentó sobre las alternativas buscadas mediante la producción nacional, aunque no ha sido posible cubrir las faltas, las cuales han impactado, con mayor énfasis, en el envasado de leche fluida y yogur de soya.

Para embolsar todas las producciones, apuntó, la industria necesita mensualmente un volumen significativo de polietileno, el cual no ha arribado al país. Tengamos en cuenta que solo para la canasta familiar normada se distribuyen, cada mes, 2 500 toneladas de leche en polvo, que incluye la leche de los niños, así como las dietas médicas y especiales.

Durante la segunda quincena de febrero, añadió, “debe presentarse una mejor situación, pues se estaba esperando la llegada de una carga de polietileno, con lo cual deben empezar a resolverse las dificultades del envasado, si bien no puede hablarse todavía de una total normalización”.

Y con la disponibilidad de leche en polvo, resaltó, “debe ocurrir algo similar, pues los arribos tienden a estabilizarse, de modo que pueda existir suficiente cobertura para producir y envasar el producto”.

(Con información de Granma)