Unos expresan la alegría con enfáticos movimientos pendulares de cola. Otros, se aventuran a retar la gravedad desde el filo de una puertas, mientras no pocos mueven a más pasajeros de lo que el corazón permite o saltan desde el agua a las alturas, despertando admiración. Para todos ellos, Cuba trabaja en una posible Ley de Bienestar Animal.

El proyecto de ley presentado en junio-julio a la Dirección Jurídica del Ministerio de la Agricultura tiene como antecedente el trabajo del comité nacional desde su fundación, en 2001 hasta la fecha. “Elaboramos dos documentos legales, en 2003 y 2008. Ahora con la experiencia adquirida en el trabajo con la Organización Mundial de Bienestar Animal (OIE) y la participación en diferentes eventos, nos sentimos más preparados para redactar un documento normativo legal dirigido a garantizar el bienestar de los animales”, explicó María Gloria Vidal Rivalta, especialista de cuarentena  y comercio internacional de la Dirección de Sanidad Animal  y presidenta del Comité Nacional de Bienestar Animal de Cuba.

Según dijo, se estudia la posibilidad de socializar el proyecto con grupos de protectores para escuchar criterios que puedan no estar contenidos en la propuesta para incorporarlos.

Razón de ser

Con doce capítulos y 98 artículos, la propuesta, basada en criterios técnicos y científicos,  plantea un enfoque holístico y abarcador. “La protección es un concepto más limitado, porque se trata de reducir, minimizar, evitar daños físicos a los animales que puedan afectar su estado físico y su comportamiento, mientras  que el bienestar  transversaliza al conjunto de ciencias y especialidades veterinarias”, sostiene Vidal.

El bienestar, dijo se trata de valorar el estado de salud físico y mental de los animales, en armonía con su medio, independientemente de la categoría o grupo animal: animales de compañía, domésticos, domésticos productivos, acuáticos, de laboratorio, de trabajo, o los empleados en la educación, exhibición o deportes. 

Gloria María Vidal Rivalta. Foto: Raquel Sierra

De acuerdo con la experta, el texto ha tenido en cuenta las condiciones propias del país, el interés por la conservación de la biodiversidad y el respeto a todas las formas de vida, así como el concepto de la cultural general integral, porque no es posible concebir a una población preparada culturalmente si no tiene en cuenta también el cuidado, la protección  y el respeto al resto de las especies.

Además de tener en cuenta el bienestar animal desde el punto de vista del desarrollo agropecuario del país, los nuevos conceptos de una sola salud, así como los criterios de grupos de protectores, tomando en consideración el aumento en la tenencia de animales domésticos de compañía, y de especies domésticos en patios y traspatios.

Interioridades

La propuesta incluye principios básicos como atención y protección, no ser sometidos a malos tratos ni actos crueles; de ser necesaria, la muerte deberá ser instantánea y no generadora de angustia, la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural, a la vez que considera el abandono como un acto cruel y degradante.

Las llamadas cinco libertades para garantizar un estado de bienestar son: no sufrir hambre y sed; no sentir incomodidad; no sufrir dolor, lesión y enfermedad; no experimentar miedo, y poder expresar el comportamiento normal de la especie.

El borrador de la norma jurídica, una prioridad para el Ministerio de la Agricultura, explicó la veterinaria, propone cómo debe ser el modo de actuar de las personas, las sanciones, multas o medidas, que pueden llegar hasta la privación de libertad, en dependencia de la gravedad de la falta cometida, así como las entidades facultades para aplicar las sanciones.

El artículo 3, destacó Sánchez, indica que “queda prohibido el enfrentamiento inducido por el hombre ente animales de cualquier especie por considerarse incompatible con la dignidad de los mismos”.

El texto comprende igualmente capítulos referidos a la transportación, la comercialización y la aplicación de productos veterinarios, estos dos últimos considerados novedosos para el entorno jurídico internacional.

Mirada global

Una de las mayores preocupaciones es la población de perros callejeros, un día abandonados por sus dueños, en no pocas ocasiones sin esterilizar, lo que propicia su multiplicación. Según explicó la doctora, se trabaja tanto en acciones educativas para la población como en una propuesta de registro de control e identificación de mascotas, que podría ser mediante aretes, tatuajes o chip, ambas dirigidas a la tenencia responsable. “Sin la educación, la sensibilización, la concienciación de las personas respecto al tema se pueden aplicar los conocimientos más modernos y técnicamente más específicos para ese trabajo que no vamos a lograr un buen resultado”, consideró.

A su vez, de conjunto con el Ministerio de Salud Pública, organismo responsable del Programa nacional de control y prevención de la rabia –que abarca los centros de observación conocidos como zoonosis, adonde son conducidos los perros callejeros, máximos responsables por la transmisión de la enfermedad en el reino animal-, se revisan los procedimientos de captura, traslado, ubicación en centro de recolección y el sacrificio de animales callejeros. Igualmente, de conjunto con un grupo de cirujanos, se analizan las vías para realizar la eutanasia en aquellos casos que deban ser sacrificados

Otros pasos en marcha son la revisión de cuáles deben ser los requisitos mínimos que deben cumplir esos centros desde el punto de vista sanitario y de bioseguridad, así como que quienes se dediquen a la reproducción de mascotas para su comercialización deban tener una licencia de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT), lo que implicaría crear esa nueva figura de trabajo por cuenta propia, pues hoy solo existe la de criador y establecer los requisitos de sanidad necesarios para el ejercicio de esa actividad.