Jefes de Estado y demás participantes en la XVII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) aprobaron hoy unánimemente una declaración final de la cita en la que reafirmaron que de la unidad depende la victoria de las causas justas que reivindican.

El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla dio lectura al documento una vez concluido el debate en el Salón de Protocolo El Laguito, en el que se ratifica que buscan la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que “Nuestra América” cumpla su misión universal, como expresara el Héroe Nacional José Martí.

La declaración enfatiza en que la unidad e integración regional es la única vía para enfrentar la dominación que ejercen las estructuras hegemónicas del poder mundial y que han dejado a sus pueblos en una condición histórica de subordinación y vulnerabilidad política, económica y cultural.

Reconoce que el ALBA-TCP está sustentada en principios de solidaridad y justicia social, defensa de la independencia y la autodeterminación de los pueblos, cooperación y complementariedad económica, fruto de la profunda vocación integracionista de sus miembros y de su voluntad política de avanzar juntos hacia el desarrollo sostenible.

Resalta los logros sociales del organismo, los cuales han estado dirigidos al ser humano sin importar su raza, estrato social, credo o posición política, lo cual ha permitido que se hayan beneficiado millones de personas.

Ratifica el compromiso con la construcción de un modelo alternativo de soberanía económica, expresado en una Nueva Arquitectura Financiera, para consolidar un sistema de intercambio y cooperación recíproca, solidaria, participativa y complementaria, que fortalezca la libertad económica y comercial.

El texto denuncia el sostenimiento de una política hostil contra la República Bolivariana de Venezuela,  condena el golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Evo Morales en Bolivia, así como las amenazas y los intentos desestabilizadores contra el gobierno legítimo de Nicaragua.

Rechaza las acciones injerencistas contra el proceso político en Surinam y los intentos de desestabilizar dicho país, al tiempo que expresa el apoyo y solidaridad del bloque regional con esa nación.

Denuncia firmemente la aplicación de la doctrina Monroe y demanda el respeto a la libre determinación de los pueblos, su soberanía e integridad territorial y la no injerencia en los asuntos internos de cada Estado.

Condena las acciones sistemáticas del gobierno norteamericano para desacreditar y sabotear la cooperación cubana en decenas de países en el sector de la salud, que ha beneficiado a millones de personas.

La declaración reconoce la adopción por la Asamblea General de la ONU de la resolución que condena el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a Cuba desde hace más de medio siglo, respaldada recientemente por 187 países, muestra de una comunidad internacional comprometida con la verdad, la justicia y el respeto al derecho internacional.

Asimismo reitera la voluntad de continuar trabajando y cooperando en el enfrentamiento al cambio climático, y ratifica que la política actual del gobierno de los Estados Unidos hacia la región plantea desafíos que generan claras violaciones a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, así como también en los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

A 15 años de la creación del bloque multilateral, se celebró hoy en La Habana la XVII Cumbre del ALBA-TCP, a la que asistieron los presidentes Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de Cuba; Nicolás Maduro, de Venezuela, y Daniel Ortega, de Nicaragua; David Choquehuanca, Secretario Ejecutivo de la organización; Ralph Gonsalves, Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas, así como cancilleres de países miembros.

(Tomado de ACN)