Los seres humanos debemos tener los mismos derechos, sin distinción racial, cultural, sexual, opinión política, religiosa, o por padecer alguna discapacidad. A fin de sensibilizar a los gobiernos y población en general, cada 10 de diciembre se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, fecha en que se adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948.

Esta fue elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, y proclamada como un ideal común para todos los pueblos y naciones, en la cual se establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en todo el mundo.

La conmemoración de este año cobra una connotación especial al cumplirse el 25 Aniversario del establecimiento del mandato del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1993, para la promoción y protección de estos derechos.

A su vez, centra su atención en la importancia de "Defender los Derechos Humanos", tomando como base el potencial de los jóvenes como agentes constructivos del cambio, ampliar sus voces e involucrar a todo el mundo en la promoción y protección de estos derechos.

La campaña, dirigida por el ACNUDH, está diseñada para alentar, reactivar y mostrar cómo los jóvenes de todo el mundo muestran su oposición al racismo, el discurso de odio, la intimidación, la discriminación y el cambio climático, entre otras temáticas. Además, buscan participar en todas las decisiones que tienen un impacto directo e indirecto sobre su bienestar, por lo que debemos escuchar sus opiniones para tomar decisiones más efectivas y sostenibles.

La juventud siempre ha sido la principal impulsora de la transformación política, económica y social, y siempre está a la vanguardia de las movilizaciones de base por un cambio positivo, y aportan nuevas ideas y soluciones en busca de un mundo mejor. Por ello, empoderar a los jóvenes generará beneficios a nivel mundial. 

Foto: Joyme Cuan

No obstante, independientemente de su papel impulsor, todas las personas deben luchar por su derecho a la libertad de opinión, de expresión, de reunión y asociación pacíficas y a participar en el gobierno, a fin de demandar cambios y eliminar las desigualdades, como se expone en los artículos 19, 20 y 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

¿Qué sucede en Cuba?

En Cuba se han establecido estrategias y políticas priorizadas para tratar de alcanzar una equidad social. Se promueven programas de educación y salud, se garantiza el acceso igualitario a una alimentación básica, empleos, cultura, deporte, prestaciones mínimas y estables, aunque aún por debajo de las necesidades, de seguridad y asistencia social.

Todos tienen la obligación y el derecho a recibir una educación gratuita hasta la enseñanza Secundaria y luego pueden continuar estudios superiores de acuerdo con sus capacidades.

Se aboga por eliminar cualquier forma de discriminación y violencia hacia la mujer, la cual tiene derecho a participar en todas las esferas de la vida económica, política y social del país, independientemente de la cultura machista arraigada por muchos años en una parte significativa de la población. De igual manera se defiende el derecho de las personas a cualquier orientación sexual e identidad de género.

La maternidad y la infancia disfrutan de cuidados y asistencia especiales, para lo cual existe un Programa materno-infantil de alta prioridad con un mejoramiento sistemático de las acciones de prevención, educación y diagnóstico, que ha contribuido a reducir el índice de mortalidad infantil y se trabaja para elevar la calidad de la atención a la mujer gestante. 

Embarazadas reciben charla educativa en Hogar Materno infantil Doña Leonor Pérez Cabrera Foto: Joyme Cuan

Se pretende mejorar las condiciones de vida de la población, una tarea que se ha dificultado, en la que han influido diversos factores ambientales, como la ocurrencia de eventos climatológicos; las afectaciones económicas por causas internas, entre ellas la existencia de una dualidad cambiaria entre el cuc y el cup en el sector estatal con respecto al particular, surgida en el marco de la situación económica que afectó al país en la década del 90 del pasado siglo, pero que al mantenerse en el tiempo ha provocado inestabilidad en la economía, como falta de eficiencia y productividad.

Entre los factores externos, está la crisis mundial, y sobre todo el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por los Estados Unidos, que ha provocado daños medulares en nuestra sociedad, recrudecido en los últimos tiempos a niveles extremos. 

Foto: Radio Sancti Spíritus

Aunque el desarrollo alcanzado hasta hoy aún dista de nuestras expectativas, en los últimos años han ocurrido importantes transformaciones, como la implementación de un nuevo modelo económico para tratar de mejorar la situación socioeconómica y elevar la eficiencia, con cambios institucionales, reestructuraciones en el empleo estatal, autorización del trabajo por cuenta propia, revisiones de los subsidios sociales, incremento de los salarios, entre otros, y se trabaja por implementar poco a poco y de manera coherente, nuevos cambios, que garanticen de una vez que cada cual reciba lo que le corresponde por el fruto de su trabajo. 

Recientemente se aprobó la nueva Constitución de la República, adecuada a los nuevos tiempos, con la participación activa de la población. No obstante, aún quedan asuntos que deben mejorarse, a fin de lograr una sociedad más justa y equitativa, que garantice una vida más próspera y sostenible para todos.

Sin dudas, la lucha mundial porque todos los seres humanos disfruten de los mismos derechos requiere del esfuerzo de los gobiernos y la población en general, que propicie el acceso igualitario a los bienes y servicios, para satisfacer las necesidades básicas con un ejercicio pleno de los derechos individuales.

Mientras en el mundo existan notables diferencias de género, raza u otras, haya un acceso desigual a la salud, la educación, al agua potable, una brecha en las tasas de mortalidad infantil y materna, personas que mueren de hambre y pobreza extrema, o aumente el desempleo, será imposible que las personas tengan derecho a un desarrollo socioeconómico equitativo. 

Foto: Joyme Cuan

Para lograrlo es imprescindible incrementar la voluntad política de las naciones. Se debe fomentar el respeto a la diversidad de los distintos grupos sociales, la adopción de medidas que sustenten un crecimiento económico sostenible y equitativo, que reconozca a cualquier ser humano, sin ningún tipo de distinción, como eje fundamental para el desarrollo de la humanidad.

Referencias

Sitio web de la ONU

Sitio web diainternacionalde.com 

Declaración universal de los derechos humanos