Hace tres años zarpó el barco de Fidel hacia la eternidad. Con solo decirlo sentimos el inmenso dolor de todos los agradecidos, que aún, a pesar del tiempo, le acompañan en sus ideales, en las victorias y en las causas justas.
La grandeza del alma de Fidel y su agudeza como estadista, fueron una constante en su vida de revolucionario. Aunque cada línea del poema Canto a Fidel, constituye una diana insurrecta, un acto de valentía y entrega a los más sentidos ideales patrióticos, su autora, la destacada poetisa cubana Carilda Oliver Labra, confesó: “Fidel es una figura universal y no cabe en un poema…”.
Esta insigne escritora matancera, considerada una de las voces más representativas de Iberoamérica y el mundo, se mostró toda su vida, radiante y bella. Sin lugar a dudas, su juventud de antaño, dejó perfumado para siempre el suelo que la llevó a convertirse en la “Novia de Matanzas”.
Son estos versos, salidos de la pluma de una escritora de finísimo lenguaje poético, los que resumen el sentir de muchas personas alrededor del mundo. La poetisa le agradece al Líder Histórico de la Revolución Cubana por su dignidad, esa que algunos desconocen o subvaloran y que para Fidel y su pueblo no tiene precio.
Aunque más de sesenta calendarios han visto pasar este poema, sigue siendo con el mismo ímpetu y expresión de sentimientos patrióticos e intelectuales, un canto guerrillero, como lo catalogara Fidel.

Esta elegía escrita en versos en el año 1957, es uno de los poemas más emblemáticos de la obra literaria de Carilda Oliver, y está entre las composiciones de mayor lirismo consagradas al paladín cubano.
En una entrevista, cuando a Carilda le preguntan qué le agregaría al poema, ella, sin vacilar, confesó: “Nada. La obra de la Revolución está hecha: adosar palabras a la misma sería como trazar en la base de una pirámide los planos de su construcción. Aquel joven audaz, inteligente, tempestuoso, radioactivo, de pie sobre la Patria, escapó de mi humilde poema y ya nadie acertará a escribirle la epopeya justa que demanda su grandeza”.
Y así es el Fidel que sigue vivo, el que siempre estará en la primera línea de combate, junto a su pueblo, el soñador que padeció de insomnio por hacer de Cuba, la patria anhelada de Martí.
Cada día y, en especial, cada 25 de noviembre, el pueblo cubano, hace realidad estos versos de Carilda, al agradecerle por todo al Comandante Fidel, por la justeza y el humanismo de su obra, por su corazón…
Gracias por ser de verdad,
gracias por hacernos hombres,
gracias por cuidar los nombres
que tiene la libertad.
Gracias por tu dignidad,
gracias por tu rifle fiel,
por tu pluma y tu papel,
por tu ingle de varón.
Gracias por tu corazón.
¡Gracias por todo, Fidel!