Las palabras del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, convidan a repensar sobre nuestro modo de actuar en lo adelante.
Sus reflexiones remarcaron un pensamiento obligado a instaurarse en cada uno de nosotros: nuestros conceptos de la normalidad han variado a partir de lo que hemos vivido y de las experiencias surgidas tras el anuncio de las medidas de contingencia energética.
Durante septiembre se laboró con menos del 30 por ciento del combustible en un grupo de actividades. La distribución de la canasta básica, por ejemplo, pudo hacerse con mayor precisión y tiempo, y con tres-cuatro veces menos del uso del combustible destinado para dicha actividad - incluso hubo provincias hasta con seis veces por debajo-, a partir de poner el transporte de todos en función de la problemática local y territorial.

Es una entre las múltiples experiencias nacidas de estas jornadas cuando sacamos a flote nuestra capacidad de buscar soluciones rápidas y precisas, y también una suerte de recordatorio de las tantas potencialidades muchas veces inexplotadas.

Cuba se ha planteado trabajar en los momentos actuales, aunque dispongamos del combustible, con el 62 por ciento de lo que se usaba antes, lo cual puede crecer mucho más si prima el ahorro y todo lo anterior. Tranquiliza saber que la generación eléctrica se asegura, sin desconocer que el resto de la economía estará activa con el 45 por ciento; ello implica sostener, no sin tensiones, algunas actividades, pero se garantizan embarques como soporte de este mes, el que viene y otros más.
La mejor respuesta durante la actual coyuntura energética la ha dado el pueblo, por contribuir a no detener el país. En un ejercicio de permanente comprensión, unidad, apoyo y aporte de cubanas y cubanos, no se paraliza la vida social de la nación ni el funcionamiento de las instituciones de salud, de la cultura, el deporte…, a la par de los múltiples ejemplos de solidaridad a favor de paliar el déficit en la transportación de pasajeros, una de las respuestas más conscientes de nuestros coterráneos.

Tal reconocimiento en voz del Presidente cubano convida a que así sea más allá de enfrentar una situación compleja, haciendo de la disciplina del trabajo, la organización, la eficiencia y muchas dosis de conciencia, los resortes capaces de movernos en cada momento.
Falta un largo trecho, pero es un deber acortarlo pues la normalidad ya tiene otra mirada.

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