La creencia, color de la piel o sexo no son obstáculos para que muchos rostros se propongan día a día tejer la vida de este país. Como fiel guardiana de la Isla, cada mañana floreces, te multiplicas… Aferrada a la utopía de hacer más fructífero el porvenir, en igualdad de condiciones, creas, a la luz de la historia, un nuevo destino para la Patria. ¡Qué bueno saber que ahí está tu rostro, MUJER!
Por eso, disímiles son las razones que nos asisten para convertir este 8 de marzo, Día internacional de la mujer, en una expresión de apoyo de nuestro pueblo a la Revolución, espacio oportuno para darle gracias a la cubana, que con su andar, heroísmo y sagacidad, ha dignificado esta obra de los humildes y para los humildes, llevándola a los más altos sitiales que proceso alguno en esta época haya alcanzado.
Cuando en estos momentos, sesiona en la capital del país el X Congreso de la FMC, hacemos nuestras las palabras de Fidel, cuando dijera: “La Revolución tiene en las mujeres cubanas hoy día un verdadero ejército, una impresionante fuerza política. Y por eso decimos que la Revolución es sencillamente invencible”.
Y estas son las féminas, que han dado su paso al frente ante cada tarea que convoca la organización; son de la estirpe de Mariana Grajales, descendientes de esa alma mambisa que ha acompañado, desde siempre, esta colosal obra que hoy continuamos perfeccionado; son las mismas, que dieron el Sí por Cuba el pasado 24 de febrero al refrendar una Constitución más progresista, en la que, hombres y mujeres, gozan de iguales derechos.