En la vida de las familias pueden surgir –o no- situaciones complejas, de enfermedades, de separaciones por motivos de trabajo o personales…pero el amor es más fuerte, como sostiene el estribillo de una canción del argentino Fito Páez.
Tres familias cubanas –diferentes, únicas y con semejanzas en las esencias-, recibieron este sábado el reconocimiento público Al mayor amor 2019, que entrega el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) como parte de la sexta edición de la jornada Maternidad y paternidad; iguales en derechos y responsabilidades.
Ellas son Olga Cecilia García y su hijo Andy Frank Martínez; la del General de Cuerpo de Ejército Joaquín Quinta-Solás e Hilda Santiago Páez y la de Loicel Bello Ulloa y Marlén Román García, que desde diferentes espacios ha sabido construir una unidad sellada de comprensión, colaboración y apoyo, para educar a su descendencia por los caminos del bien.
García Moreira, indica la argumentación del premio, junto a su hijo son una familia nuclear integrada por una madre y un hijo, ejemplo de perseverancia vitalidad para crecer el autonomía. Olguita, psicóloga y trabajadora del CENESEX “ha sido capaz de sostener su sonrisa ante cualquier adversidad, no ha cejado en darle a Andy, su hijo, la posibilidad de un mundo mejor

Quinta-Solás e Hilda Santiago Páez han mantenido por tres generaciones ya, una tradición de absoluta entrega a la defensa de los valores más sagrados de la nación cubana y de la Revolución, en misiones de riesgo y enfrentamiento al enemigo, en ocasiones lejos de su país.

La familia Bello-Román, de Ciego de Ávila, es un ejemplo destacado de cómo cuidar y educar en la autonomía y comprendió la necesidad de crear una red solidaria de familias para compartir conocimientos y experiencias que desarrollen y socialicen aprendizajes sobre los cuidados màs saludables de hijas e hijos con el síndrome Prader-Willi.

El reconocimiento público Al mayor amor se comenzó a entregar a partir de 2015 por iniciativa del CENESEX para reconocer a matrimonios destacados en su labor educativa con su familia y la sociedad en general.
La hora del cambio
Según destacó la directora del CENESEX Mariela Castro, las jornadas se proponen el cuestionamiento crítico de las pautas de crianza naturalizadas en la cotidianidad, aquellas que no favorecen la autonomía de las hijas y los hijos, ni su desarrollo saludable. (poner foto: La periodista Arleen Rodríguez Derivet, Mariela Castro y Rafael Cuesta, Coordinador Internacional del Programa del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa)
“La sociedad cubana ha avanzado significativamente en la democratización de las relaciones familiares, en la institución de sus valores éticos y en la clarificación de los derechos y deberes de cada uno de sus integrantes. Sin embargo, persisten algunos patrones educativos que reproducen las mismas lógicas hegemónicas que deseamos transformar”, puntualizó.
Como transformar esas realidades no es fácil, la jornada persigue que las personas pueden identificarse con esas situaciones que se viven con naturalidad, adquirir criterios para ayudar a crecer y potenciar las mejores condiciones para el desarrollo del sujeto autónomo.
Entre las actividades de la jornada, que tiene como lema Educar en la autonomía nos ayuda a crecer, se encuentran las ferias comunitarias, que llevarán mensajes educativos a diferentes espacios en fechas cercanas a los días de las madres, los padres y las familias, entre otras; talleres y cursos para especialistas y conferencias de expertos como la profesora Patricia Arés.