No es primera vez que Cuba da muestras fehacientes de su democracia. Luego del triunfo revolucionario han sido efectuados otros referéndums populares en los cuales el pueblo validó la Constitución de la República, su carácter socialista, y el principio de Partido único representado en el PCC, como órgano rector de la sociedad.
Actualmente se lleva a cabo un amplio proceso de debate sobre el proyecto de Carta Magna con el propósito de actualizarla y proponer cambios sustanciales en su contenido.
Y para lograrlo con la mayor eficacia posible, siguen convocados todos los compatriotas al debate a través de asambleas de trabajadores y vecinos en las comunidades, quedando demostrada una vez más la importancia de la democracia participativa, ya enraizada en la Mayor de las Antillas.
En el contexto de estas han sido acopiadas opiniones sobre diversas y sensibles problemáticas que atañen a determinados segmentos de la población. Aquí se incluyen la igualdad de género y el rechazo a cualquier manifestación homofóbica, racista o discriminatoria que pueda presentarse, así como las diferentes formas de propiedad además de la estatal, entre otros significativos asuntos que muestran tener la anuencia de la mayoría de los asistentes a estos encuentros en localidades y barrios.
Hasta la fecha, han surgido decenas de sugerencias y acotaciones por parte de la población sobre aspectos vinculados al quehacer económico, político y social que tienen incidencia directa en el presente y futuro del país.
También el documento refleja la continuidad histórica del pensamiento del apóstol José Martí y el Partido Revolucionario Cubano que fundara en 1892 para sustentar la unidad e independencia.
En él están presentes las ideas aglutinadoras del Comandante en Jefe Fidel Castro, quien por su visión y sabiduría concibió desde los difíciles años del Período Especial, la necesidad de unir todas las fuerzas para salvaguardar nuestras conquistas y adecuar el modelo de desarrollo a las coyunturas del momento, sin renunciar a la soberanía, a los principios éticos, ni a la búsqueda de una sociedad más justa con oportunidades para todos los ciudadanos sin distinción de clase, raza, ni credo.