"Esto no se acaba hasta que seamos más conscientes y disciplinados", dijo una muchacha que iba a cuidar a sus padres y nos vio trabajando en las calles Fomento y Arango, del municipio capitalino de Diez de Octubre.
Comenta la joven que cerca de su casa niños y jóvenes juegan en la vía pública hasta la noche y casi nunca usan correctamente el nasobuco, pero cuando ven a los agentes del orden se esconden. Los padres no les cuidan como deben.
Realmente, en varios lugares observamos personas fumando en la calle, ingiriendo alimentos o conversando, con el tapabocas usado de "babero".

En las esquinas de la calle Municipio y Villa Nueva un basurero enorme rodeaba a un contenedor roto. Comentan los residentes en el lugar que es insuficiente un solo recipiente para la inmensa cantidad de desechos que se generan, aunque con frecuencia acuden a limpiar trabajadores de la Empresa de Comunales.

Sin embargo, en la intercepción de Villa Nueva y Rodríguez, el vertedero era mayor y sin contenedor alguno.

Lo que más nos llamó la atención es que dos entidades estan situadas allí: el almacén central de Caracol y la Empresa de Mantenimiento y Reparaciones de Máquinas, Herramientas y Equipos. Ambas también son responsables de cuidar la higiene de su entorno.


Las colas no mostraban distanciamiento físico en el piso de venta Toyo, de Luyanó y Diez de Octubre, ni en el punto de expendio de pan, de Estrada Palma y Diez de Octubre, como tampoco en la tienda Tecnopremier, ubicada al frente.

Igual situación de aglomeraciones sin el cumplimiento de medidas de distanciamiento social exhibía la panadería número 229 de Lawton, en calle 16 y Pocito, donde los clientes reclamaron mayor presencia de organizadores de colas, para evitar indisciplinas y luchar contra los revendedores.


En el Sistema de Atención a la Familia (SAF) La Barca, de la intercepción de Milagro y Buena Ventura, hay buena opinión sobre la atención a abuelos, calidad de los alimentos e higiene, aunque Juan José Rodríguez Rosell, quien es dependiente y transportador, además de la mensajera Reina Peña Muñoz, se quejaron de la existencia de un basurero muy cerca, que genera moscas y vectores.
El municipio de Diez de Octubre, el de mayor densidad poblacional de La Habana, presenta ahora una compleja situación epidemiológica ante la pandemia, pero la solución está en elevar la percepción de peligro, la disciplina y comprender que la solución para cortar la transmisión de la COVID-19 está en nosotros mismos.

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Me parece que no estan por el camino correcto ocn esa forma de pensar,no pueden dejar las cosas a la conciencia de las personas,me pregunto ¿para que existen las fuerzas del orden? Saben para qué,parra que la gente cumpla lo que está establecido,no solo en cuba,en el mundo entero pasa lo mismo,porqué hau paises que las personas ni siquiera se atreven a no clasificar la basura según el contendor que corrsponda,saben porqué,porque los multan,asi pasa con todo,las sociedades que están disciplonadas detrás de todo eso estan las fuerzas del orden imponiendo disciplina,pero aqui queremos que todo sea a conciencia y eso no lo vamos a lpgrar nunca,si seguinos pensando así y no aprientan como debe ser todos los días será el mismo titular creciendo los números de infectados por covid y también los fallecidos.
Pero que se describe en este artículo es una pequeña muestra todo lo malo que se hace en el municipio 10 de octubre, ya que en muchas esquinas, por ejemplo de Santos Suárez, son más los sitios en que los contenedores están rotos y en otros no los hay, con microvertederos en casi todas. Además, es cierto que muchas personas andén sin nasobucos o con ellos por debajo de la barbilla para comer o fumar,, o simplemente porque les da el deseo. También las colas son terribles y las personas se amontonan cuando van a recoger los carnets y los que trabajan en su organización no toman medidas, sólo cuando van a entrar a la tienda o dentro de ella es que exigen distanciamiento social. Por último también muchos niños, adolescentes y hasta jóvenes juegan fútbol sin nasobucos en la calle. Eso sucede de frecuentemente en la calle Altarriba entre Delicias y San Luis. De esa forma no terminaremos nunca de erradicar la pandemia aquí en la capital. Hace unos meses cuando se tomaron por primera vez medidas, se veían carros patrulleros circulando por las diferentes calles durante todo el día, ahora es como si estos no existieran. Quiero también opinar sobre la cantidad de personas que venden diferentes productos alimenticios y de aseo en toda la Calzada de 10 de octubre tanto en la acera como dentro de casas pero a la vista de TODOS y en otras zonas del municipio, como está claro a precios exhorbitantes, por ejemplo en Toyo vendieron paquetes de hígado de pollo y al día siguiente estaban vendiéndose a 200 cup. Y eso lo saben hasta algunos jefes de sector, cómo el de Tamarindo que está en Enamorados y La Calzada de 10 de octubre y al doblar venden productos como mayonesa, jugos, confituras, etc y a precios cómo dije súper elevados. No sé qué pasa. Saludos