La lucha contra la COVID-19 requiere de mucho esfuerzo, constancia, y sobre todo sacrificio. Encontrarse dentro de un control de foco, o en una zona declarada como evento, suele ser estresante, tanto para los residentes, como para el personal que allí se encuentra trabajando, por los riesgos que ello implica.

En visita realizada recientemente al control de foco ubicado en calle 50, entre 71 y 91, en el Consejo Popular Lotería, en el municipio de Cotorro, fuimos testigo de la laboriosidad del personal que allí trabaja. Mientras unos se encargaban de llevar el pan casa por casa, otros hacían visita sanitaria en cada uno de los domicilios, o buscaban otros abastecimientos imprescindibles para la desinfección de las viviendas.

Foto: Oscar Alvarez Delgado. Mercedes Mederos, licenciada en Enfermería.

Entre esas personas se encontraba Mercedes Mederos, Licenciada en Enfermería, quien trabaja en el policlínico Rafael Valdés. Ella comentó que ese control de foco está activo desde el 9 de marzo, y que allí tienen un total de 46 viviendas. El número de la población es de 157, y de ellos 57 son vulnerables, mientras el total de casos que han dado positivos es de 17, con ocho ya dados de alta.

La pesquisa de la población con termometría, la realización de exámenes físicos general a los pacientes vulnerables, y la desinfección con hipoclorito mediante moto mochilas, de las casas, son algunas de las acciones que realizan para frenar la propagación de la pandemia, y a las cuales se ha acostumbrado Mercedes Mederos, quien comenta que entra a las 7:00 a.m. y se va cerca de las 8:00 p.m.

Sin embargo, llegar a su casa no es sinónimo de tranquilidad, puesto que todo el tiempo está pendiente del teléfono. De esa forma, si pasa algo, está lista para acudir de inmediato hasta el control de foco para el traslado del paciente.

Foto: Oscar Alvarez Delgado

Ella, así como el resto el personal, que de una forma u otra están en pleno combate contra la COVID-19, no son gente de hierro. Ella, al igual que quienes le acompañan, extraña andar sin nasobuco, ir a la playa, entrar a un teatro, a un cine, tomarse un café. Ellos, al igual que quienes viven dentro del control de foco, se estresan, tienen familia, gente querida a la cual no pueden abrazar, sin embargo, no dudan en entregarlo todo con tal de frenar a la pandemia.

Entonces, si ellos pueden ¿Por qué otros no? Tengan presente que del accionar individual de cada persona, dependerá que la COVID-19 se venza más temprano que tarde.

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