Decir personal de la Salud cubana, es nombrar a seres a la altura del momento histórico que les ha tocado vivir y de la Patria que tanto los necesita; es hablar de un trabajador que vela por la vida de los demás sin discriminación de ningún tipo.
“Es la medicina como el derecho, profesión de lucha; necesítase un alma bien templada para desempeñar con éxito ese sacerdocio…”, reflexionó el Apóstol, José Martí; y durante los meses de COVID-19 los médicos capitalinos han puesto en la cúspide su profesión, incluso no han dudado en abandonar sus hogares para ayudar a otros, también su familia, su gente dentro de nuestra bella ciudad.
La más alta estima se les tiene y todos los reconocimientos aún no son suficientes para homenajear la labor, el sacrificio y la humanidad que profesan en aras de frenar la propagación del virus.
¡Gracias a nombre del pueblo y, en especial, de los pacientes que atienden en los centros de aislamiento, focos, eventos y hospitales especializados en la enfermedad!






