La batalla contra el SARS-CoV-2 no puede ceder un instante a la letal enfermedad. Cada día en La Habana pueden observarse la actitud irresponsable de quienes evaden las regulaciones vigentes para la primera etapa pos COVID-19, y actúan como si ya todo hubiera pasado. El contagio de 37 personas en el país, -de los cuales 26 son de municipios capitalinos- apunta a lo informado en los pronósticos del doctor Francisco Durán García, director Nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.
Fundamentalmente en los transportes públicos capitalinos (estatales y privados) es visible el resquebrajamiento de las medidas establecidas. En los ómnibus, la cantidad de pasajeros excede lo regulado y, en algunos, siquiera exigen el uso del hipoclorito de sodio, al abordar el vehículo. Sucede igual en las colas frente a los establecimientos para la venta de artículos de aseo, comestibles y electrodomésticos.

Mantener a La Habana por debajo del umbral del contagio no es solo parte del esfuerzo de científicos y personal de salud completamente dedicados a garantizar la salud de los conciudadanos, el funcionamiento de los centros de producción y servicios. Se trata de una responsabilidad compartida en la cual todos debemos aportar una cuota de sacrificio.
El clímax del verano nos conduce rápidamente a la preparación de un curso escolar en una normalidad diferente. De igual forma los pronósticos de una segunda ola de la COVID-19, fueron determinados para los meses de octubre y noviembre. Tenemos suficientes argumentos y transparencia de la información epidemiológica para continuar trabajando en el enfrentamiento a esta enfermedad, que agrava la condición de nuestro país sometido a un intenso y genocida bloqueo imperialista en medio de una gran crisis económica global.

Buenas Las autoridades y ilas organizaviones en general en los consekos populares deben estar mas activss tienen que ser mas exigentes con los que incumplen, y verlos las malas actuaciones y ponerles multa. Las administraciones de mercados y tiedas por favor deben cimplir lo establecido, porque la conciencia de algunas o muchas personas no les basta para cumplir y hay que aplicar las leyes y lo estanlecido en las diferentes fases.
Muchas gracias por su criterio Caridad. Esta batalla nos involucra a todos como entes activos de la sociedad. Es cierto que las indisciplinas conllevan a la aplicación de las medidas vi.gentes por las autoridades competentes
El control de la pandemia por parte de la dirección del gobierno y del sistema de salud ha sido un éxito hasta el momento. Sin embargo, el control de las indisciplinas y de las violaciones a las medidas establecidas continúa siendo una asignatura pendiente por parte de las autoridades y que está poniendo en peligro lo alcanzado con tanto esfuerzo y sacrificio por parte de la mayoría.
Así es Rolando, solo en aquellos lugares donde la exigencia es parte del control constante se logra mantener bajo la línea de mayor riesgo de la enfermedad. Cada descuido es una vulnerabilidad. Gracias por compartir.
En ningún ómnibus exigen el uso del hipoclorito
Lamentablemente es cada vez más frecuente la no exigencia del uso de hipoclorito al subir al ómnibus público y menos la regulación de personas sentadas y de pie.
Unos hacen lo que les parece, se habla, se escribe, se habla y se habla y pagan los que no deben, para salir de eso hay que aplicar las medidas, les guste o no, si hacen fiestas, pues una buena multa para que lo sientan, si hacen lo que no deben pues una buena multa, sino estaremos en esto por mucho tiempo, si llamas al 106 para que llamen la atención, a veces ni contestan o sencillamente no acuden al llamado, y me consta por favor
Tiene usted toda la razón. Debemos continuar exigiendo que se cumplan las medidas sanitarias y no agotarnos. Esta batalla es larga. Gracias por compartir.
No estoy de acuerdo en que la lucha se defina en la responsabilidad ciuddna.Mi criterio es que la lucha sedefine en LA ACTUACION DE AS AUTORIDADES SIN PAÑOS TIBIOS. Si hay que reprimir, hacerlo, Vale mas que nos tidlen de represores a que se pierda lo que hemos ogrado.
No coincido ni estoy de acuerdo con usted Marga, aunque respeto su opinión. Las autoridades deben mantener el control y la aplicación de las medidas. Los ciudadanos no podemos quedarnos de brazos cruzados. Cada cual debe ser responsable de su actitud ante la situación que nos compete a todos.