Vecinos y familiares del enfermero cubano José Espino, integrante de la brigada médica del Contingente Henry Reeve que recientemente regresó de Andorra luego de colaborar en el enfrentamiento a la COVID-19, esperaban en su cuadra para verlo regresas a los brazos hermanos que desde su partida, aguardaban para estrecharlo.

Foto: Nuria Aguilera

Ya está con los suyos, y en la mirada de cada uno de los presentes, fulguran la admiración, el cariño, el profundo respeto ganado en tierras extranjeras, poniendo al servicio del mundo lo aprendido en esta Cuba socialista y humanista. Luego de haber cumplido el aislamiento reglamentado puede disfrutar del calor de los afectos que llegan ahora como en torrente y marcarán un momento especial en la vida de todos los involucrados.

Foto: Nuria Aguilera

José es hoy uno de los tantos héroes que arriesgaron sus vidas para salvar la de otros, uno de esos ejemplos hechos carne y hueso sobre lo escencial de anteponer los intereses comunes a los individuales. Vuelve a ser de fiesta este día; los canales de la Ciencia y la Salud de la Isla se esnsanchan, para ver desfilar por ellos a hombres y mujeres de pueblo, humildes, entregados, profesionales y honrados.