La ubicación de inspectores de ayuda al pasajero en las 311 paradas de la capital cubana identificadas como de alta concentración (incluye las cabeceras), y de una fuerza de jóvenes que los apoyarán, forman parte de las medidas diseñadas por el sector de Transporte para la primera fase pos-COVID-19.

Una información de la Viceministra Primera del sector, Marta Oramas Rivero, ante del Consejo de Defensa Provincial, detalló que ahora se limita al 50% la cantidad de personas de pie y que los ómnibus tienen pegatinas visibles para informar las cifras permitidas a bordo, mientras que en las cabeceras se restringen las personas de pie de manera que permita la recogida de pasajeros en próximas paradas.

Oramas habló de la existencia de una reserva de ómnibus para ubicarlos en los puntos de alta concentración durante los horarios de mayor demanda, siempre que exista combustible, y resaltó el protagonismo que deberán tener los integrantes del Destacamento de Jóvenes Transportistas creado para contribuir al orden y el cumplimiento de las medidas, conformado por brigadas, una para cada municipio.

Ahora queda limitado a dos empleados el derecho a subir al ómnibus en las cabeceras, con sus correspondientes pases, y se organizan los refuerzos a las Playas del Este y el Oeste, así como a otros centros recreativos de interés, según las indicaciones emitidas por la dirección del país para el aseguramiento al verano.

Para la actual etapa queda restituido el servicio de las gacelas (GAZelles) en todas las rutas aprobadas; también el de las cooperativas de taxis-ruteros, y el de la Empresa de Transporte Escolar para apoyar en el horario pico el corredor de Alamar, así como el de las empresas especializadas del Grupo Empresarial de Servicios de Transporte Automotor –GEA-, a los principales corredores en viajes de retorno por el precio de 1,00 CUP.

Para los trabajadores por cuenta propia hay novedades: se habilitan de oficio todas las licencias y quien no desee continuar debe actualizar su situación, manteniéndose los precios aprobados por el Gobierno de La Habana antes de la COVID-19.

Durante esta fase no falta el apoyo al Sistema Integrado de Urgencias Médicas –SIUM–, hospitales, institutos y a BioCubaFarma, sin descuidarse el traslado de muestras hacia los laboratorios y el de pacientes y pasajeros que arriben al país hacia centros de aislamiento.

En el caso de las instalaciones hospitalarias se mantienen las piqueras de taxis, así como la movilidad para consultas y tratamientos especializados, previa coordinación con las autoridades de Salud para determinar el tipo de paciente y patologías que lo requieran. Queda eliminada la gratuidad, al establecerse un precio de 0,27 centavos por kilómetro.

Cesan las prestaciones con ómnibus a las direcciones municipales de Salud y a los policlínicos, mientras que Taxiscuba continúa presente en aquellos servicios que decida el sector antes mencionado. 

En cuanto a los viajes interprovinciales no hay cambios y en todos los casos se cuidará el cumplimiento de los protocolos sanitarios aprobados.

La población puede emitir sus quejas, denuncias e inquietudes mediante el teléfono 18820.