La Unidad Provincial de Patrullas de La Habana tiene entre sus misiones el enfrentamiento al delito, contribuir a mantener el orden público y atender emergencias de la población.
A partir de la aparición de la COVID-19, esos agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) han asumido con alto grado de responsabilidad la eliminación de las aglomeraciones y hacen cumplir otras disposiciones de las autoridades para evitar la propagación de la epidemia.
Con profesionalidad y métodos persuasivos los agentes de Patrulla contribuyen a que la población mantenga en las colas más de un metro de distancia entre una persona y otra, y a que utilicen correctamente sus nasobucos para evitar los contagios con la enfermedad.

A esta ardua tarea se ha incorporado el Regimiento y la Brigada Móvil de las Tropas Especiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) con misiones bien definidas.
"Nuestra tarea principal de conjunto con las fuerzas del Orden Interior es cumplir las indicaciones que ha dado la dirección del país con respecto a prevenir el incumplimiento de las medidas sanitarias frente al nuevo coronavirus, así como también enfrentar las diferentes problemáticas que atañen al orden público y la tranquilidad ciudadan", dijo el Primer Teniente Frank Aguilera Ronquillo, 2do. Jefe de Destacamento del batallón de Tropas Especiales de Matanzas.
Constantemente los combatientes de la Unidad Provincial de Patrullas ponen en riesgo su salud por el posible contagio en sus actuaciones con personas que aun asintomáticas pudieran padecer la COVID-19.
"Cuando tenemos una actuación con algún ciudadano que pueda estar infectado por la pandemia sabemos que perdemos dos oficiales, que quedarían aislados después de esa actuación en un Centro de Aislamiento. Pero no denegamos el auxilio a ninguno de estos ciudadanos", manifestó el mayor Osvaldo Moré Pérez, Jefe de Agrupación de la Unidad Provincial de Patrullas.
Los servicios médicos de la emblemática unidad del Ministerio del Interior (MININT) realizan frecuentes pesquisas entre los agentes y les orientan como deben de proceder para mantener un estado óptimo de salud.
"Cada vez que hagamos una actuación debemos lavarnos las manos, desinfestar el carro y el timón, donde conducimos, los asientos donde se sientan los ciudadanos y con eso hemos ido logrando que en nuestra unidad no haya ningún compañero contagiado con la pandemia", enfatizó Moré.

La mayoría de estos agentes del Orden Público proceden de otras provincias del país, sobre todo de las orientales y llevan varios meses sin poder salir de pase para poder visitar a sus familiares. Sin embrago mantienen una actitud muy responsable ante la misión que le han asignado.
Por ejemplo, la primera suboficial Nelsy Moreno Creach y el teniente Junior Gutiérrez, proceden de Guantánamo y Santiago de Cuba, respectivamente. Aquí se conocieron, en el fragor del trabajo se enamoraron y ya van a cumplir 5 años de casados.
Como los restantes combatientes de Patrulla estos jóvenes han superado la prueba del tiempo y la distancia y junto al pueblo también vencerán a la pandemia.
Cros, no dejo de reconocer la labor que están realizando, pero vivo en San Agustín y en dos ocasiones por indisciplinas de las medidas de la COVID-19 he tenido que llamar al 106 y estos no se han personificado, por favor estamos en la recta final pero hay que hacerle ver a la comunidad su presencia para que sirva de profilaxis y seguir con mano dura.