Durante la última semana se han divulgado, a través de la prensa y las redes sociales, los resultados de una investigación internacional que reconoce que el manejo político y técnico de la epidemia en Cuba ha resultado un éxito. Paradójicamente, esos mismos resultados condujeron a que la población incorporara a su actuar elementos que reflejan una disminución de la percepción de riesgo, especialmente en la capital cubana.

El tránsito ahora hacia a la etapa recuperativa, nos obliga a estar preparados para enfrentar cualquier manifestación de abuso de confianza en base a los resultados obtenidos; debemos incorporar en nuestro actuar diario la percepción de peligro y riesgo, tanto en la población como en los directivos locales.

El lente de esta reportera ha captado en la calle evidentes manifestaciones de poca precaución; el peligro no son las colas, sino la mala organización de las mismas, las aglomeraciones y el no uso correcto del nasobuco por las personas presentes en las mismas.

Incluso, cuando el Gobierno y las organizaciones políticas de los territorios no cesan en la lucha contra esta enfermedad, aún se necesita continuar fortaleciendo el trabajo epidemiológico en todos los municipios de La Habana y extremar la vigilancia en las instituciones que continúan trabajando. Necesitamos rescatar el control social de las organizaciones de masas en la comunidad como vías para recuperar la ruta de la percepción de peligro y riesgo, y que no prime el exceso de confianza.


Es indudable la necesidad de colaboración de todos. Aprovecho oportunidad para reconocer magnífico artículo en emisión del domingo 31 "Ten Fe mi Habana". De Lorena Carrera. Artículos como estos vale la pena publicarlos por esta vía. Felicidades!!!
Es cierto La gente no ve el peligro de la.enfermedad por eso es que se debe usar el.nasobuco porque llegó para quedarse y lo otro es tener una buena higiene