Nuestro sistema educativo prioriza, facilita y garantiza, de manera gratuita y sin distinciones, el alcance al conocimiento a todos los estudiantes. Una de las medidas de prevención contra la COVID-19 fue la suspensión temporal de las clases y, en su lugar, el Ministerio de Educación (Mined) vio como alternativa la transmisión de Teleclases a todos los niveles de enseñanza.

Tribuna de La Habana se interesó por conocer el criterio de padres que “han vuelto a las aulas”, y de manera consciente ayudan a sus hijos a sobrellevar –con el estudio– esta etapa de necesario aislamiento social.

“Más que teleclases, son una ayuda para trabajar los contenidos de manera independiente, con objetivos en función de continuar el desarrollo del conocimiento y habilidades de los alumnos.

Melanie y Sucel, dedican un momento del día al estudio; actividad que han aprendido a realizarla en familia. Foto: Oilda Mon

“La estrategia del Mined está bien diseñada y pensada, porque abarca todos los niveles de enseñanza y porque no coinciden los horarios, ni los grados en la transmisión de las clases, lo que facilita que todos los estudiantes tengan su momento para escuchar y tomar notas de lo que dicen los profesores, además de que es una actividad bastante productiva que les permite su desarrollo integral”, afirmó Sucel, madre de estudiantes de 7mo. y 11no.
Para quien revive, junto a su pequeño, la etapa estudiantil y está atenta a lo orientado por educadores y metodólogos, Yissel, madre de un niño de 6to. grado, sugiere que se potencien más asignaturas básicas como Matemáticas y Español.

“Los viernes, en vez de dar Educación Física, deberían reforzar un poco más esas asignaturas porque no están dando contenido nuevo, sino repasos de lo dado. Creo que deberían orientar ejercicios y tareas para fortalecer aún más esas materias”, comenta.

DISFRUTAR DE LAS PEQUEÑAS COSAS

No es fácil entretener a niños o adolescentes cuando manifiestan sensación de aburrimiento. Planificar y realizar actividades, educativas, físicas u otras, pueden llenar esos momentos de hastío.

“Diariamente, y con mis hijos, dedico tiempo a hacer tareas o ejercicios orientados en las clases, porque tengo una que está en el pre y uno en 7mo. Grado”, explicó Sucel.

“Una vez a la semana –continuó– hacemos una pijamada. Casi siempre son los sábados y ahí jugamos parchís, dominó o vemos películas. Eso sí, tratamos de hacerlo en familia. En esta etapa hemos aprendido a valorar mucho más esos momentos juntos”.

“Mi papá me inventó una mesa de Ping Pong. En estos días de cuarentena, después de hacer la tarea, me entretengo jugando con él”, dijo el pequeño Enzo. Foto: Oilda Mon

“Sabemos la compleja situación epidemiológica por la que atraviesa el país, donde es primordial respetar el aislamiento social. Pero estar en casa no ha impedido disfrutar de esas pequeñas cosas que antes, por la rutina diaria, no le prestábamos mayor importancia”, afirmó, por su parte, Yissel.

MENSAJES DESDE CASA

Ahora, cuando lo normal sería compartir con amistades, ir a la escuela, al trabajo, pasear o jugar, Melani y Enzo deben quedarse en sus hogares. Pero no están tristes, ¡ni aburridos!

Ella, una adolescente, él, un niño de apenas 11 años. Ambos con maneras y modos de pensar diferentes, pero con un mismo deseo y mensaje: Cuidémonos.

“En casi todos los hogares viven personas mayores, los más propensos a la COVID-19, por tanto, debemos cuidarlos y a nosotros también, a todos”, dijo Melani.

Yissel y Enzo realizan los ejercicios orientados en las distintas clases. Foto: Oilda Mon

“Quiero enviar un mensaje a todos los niños –dijo Enzo enérgicamente–: que se queden en casa. Que se cuiden a ellos mismos y a todos los demás, para que no nos contagiemos con el coronavirus y podamos volver a vernos para seguir jugando…”.

La inocencia de esas palabras encierra el anhelo de una madre lejos de su hijo, del personal de la Salud que está en la delicada línea del peligro. Volver a vernos… debe traducirse en cumplir con la responsabilidad de cuidar a los otros, de cuidarnos todos.