Cuando cada día el sistema nacional de Salud informa los casos detectados como positivos al nuevo coronavirus, un significativo número de ellos procede de la capital. A brazo partido, sin descanso ni tregua, se trabaja desde distintos frentes en La Habana en función de revertir una situación sin referentes clínicos y para la cual aún no se cuentan con medicamentos o vacunas efectivas. Con el doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director provincial del sector en el territorio, conversó Tribuna de La Habana.

¿Qué elementos determinan la incidencia de COVID-19 en nuestra ciudad, en comparación al resto de las provincias del país?

—Entre las cuestiones fundamentales que influyen en el comportamiento epidemiológico de La Habana frente a esta enfermedad, se encuentran las complejidades que en los órdenes poblacional y social enfrenta la ciudad, una capital con más de 2 300 000 habitantes y con una serie de condicionantes estructurales que hacen que las vulnerabilidades y los riesgos sean mayores. En correspondencia, también el plan de medidas para el control y el enfrentamiento al nuevo coronavirus es más intenso y riguroso, donde cada uno de sus componentes requiere una profundidad marcada y, sobre todo,integralidad en su ejecución, con la participación de todos los sectores, organismos y del pueblo.

“Sin embargo, puedo afirmar que nuestras potencialidades superan a las complejidades y, precisamente, poniéndolas en funcionamiento es que hemos logrado dar una respuesta a la situación más allá del número absoluto de casos y contener la evolución de la pandemia gracias, entre otros factores, a haber contado con disponibilidad de los recursos necesarios para librar la batalla el tiempo que sea necesario, pero tratando que sea el menor posible.

“Al cierre del día 10, habían sido estudiadas en la provincia 35 905 personas, de ellas 21 772 con PCR, para un total de 849 casos confirmados, lo cual representa el 3,9 %. Se han aplicado, además, 14 133 test rápidos, con 149 positivos. Permanecen ingresados 815 pacientes en nuestras instituciones, 472 sospechosos y 366 confirmados, 476 personas han recibido el alta hospitalaria y 438 son recuperados, para un 92,1 % del total y continúan en centros de aislamiento (incluye el Centro para personas bajo régimen de protección y atención social) 974 persona.

Hemos tenido que lamentar 38 fallecidos (solo el 7,9 % de los casos) a causa del nuevo coronavirus que han sido, en su mayoría, pacientes con muchos factores de riesgo y comorbilidades asociadas que les hacen muy vulnerables a esta enfermedad. Este es el resultado del esfuerzo de los profesionales de la Salud y de todos los sectores, así como el papel tan importante desempeñado por el Consejo de Defensa Provincial (CDP) en el chequeo diario de cada una de las acciones, tomando decisiones ante cada situación para poder dar el golpe certero en el momento exacto.

¿Qué entender por canal endémico y cuál es su relación con el nuevo coronavirus?

—Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) tienen un comportamiento diferenciado en distintas épocas del año y sobre esos datos que ya conocemos se estandariza un patrón que indica cómo se deben manifestar; ese es el canal endémico y mantenernos en la zona de éxito significa que la incidencia de casos de IRA –no de la epidemia– se mantiene dentro de los límites permisibles para la época del año que estamos transitando y en este 2020 hemos registrado, incluso, una disminución. Esto sí guarda relación con un grupo de medidas adoptadas para el control de la COVID-19, entre las cuales destacan el distanciamiento social, el aislamiento oportuno y el uso del nasobuco.

En la historiografía de la medicina habanera, ¿se registran eventos similares al que vivimos?

—Quizás hayamos vivido escenarios ante los cuales adoptamos determinadas medidas, susceptibles a ser aplicables, hasta cierto punto y como concepto, a la situación que enfrentamos ahora, como fue el caso de la influenza AHN1 o el cólera. De alguna manera, existe un grupo de acciones, que desde el punto de vista epidemiológico sirven de patrón, pero el enfrentamiento a la COVID-19 es una experiencia sui géneris; nunca antes habíamos enfrentado algo como esto.

“Aun así, sin duda, nos deja muchas enseñanzas. Hemos aprendido cómo manejar con mayor exactitud y minuciosidad una situación epidemiológica de este tipo. Considero que salimos fortalecidos, preparados para en un futuro enfrentar situaciones similares que pudieran presentarse.

“Por otra parte, en el plano de las ideas, Cuba se reafirma nuevamente como potencia médica mundial que comparte lo que tiene –porque a nosotros no nos sobra nada–, y se valida una vez el programa del Moncada, donde la salud y la asistencia social, conjuntamente con la educación, constituían las prioridades del gobierno revolucionario. “Quedan demostrados, además, el empeño y el interés que la máxima dirección del país, de conjunto con las organizaciones políticas y de masas, le ha dado a la situación, la seriedad y la responsabilidad con la que se ha manejado el tema y eso es lo que nos ha llevado a que tengamos una tendencia al control de la enfermedad, evidenciado en el descenso del número de casos”.

Y luego, doctor, ¿qué sigue?

—Si continuamos cumpliendo con todo lo establecido, con la seriedad y la responsabilidad necesarias, debemos llegar a la estabilidad y, más adelante, a la erradicación.

"Posteriormente, vendrá un período que habrá que enfrentar con mucho rigor y con vistas al cual ya debemos ir pensando una serie de medidas. Se tratará, entonces, de hacer sostenibles los resultados y evitar un retroceso a fases anteriores.

“El pueblo habanero debe saber que lograr ese derrotero es posible, pero solo con dedicación, esmero, apegados a las indicaciones y, sobre todas las cosas, sin confiarnos. Incluso cuando veamos que el número de casos va disminuyendo, no podemos bajar la guardia, sino mantener el rigor, la disciplina y el apego a las normas sanitarias, a las medidas. Recordemos que las más importantes son el distanciamiento social y el aislamiento oportuno junto a la búsqueda activa (pesquisa) de casos sospechosos y contactos que permitan tomar las medidas correspondientes para evitar cualquier posibilidad de transmisión de la enfermedad”.