Resulta lógico, en estos tiempos cuando toda la humanidad se encuentra volcada al combate contra la pandemia de la COVID-19, que los mayores titulares sean para el personal médico. Ellos, sin duda alguna, se encuentran en la primera línea de batalla en todos los países a donde ha llegado este indeseable visitante.

Mas, también es bueno resaltar el accionar de otros organismos e instituciones, cuyos trabajadores salen todos los días a cumplir con su deber. Entre esos hombres y mujeres, con un peso fundamental en el cumplimiento de lo establecido para evitar la transmisión de la pandemia, se encuentran los pertenecientes a la Policía Nacional Revolucionaria.

A esas personas se les puede ver por doquier. Su misión es velar que se cumpla lo establecido, garantizar el orden ciudadano,  requerir a quienes por cualquier razón incumplan con lo estipulado, y de ser necesario, tomar medidas más severas con los infractores, las cuales pueden ir desde la imposición de una multa, hasta ponerlos a disposición de los tribunales competentes.

Foto: Oscar Alvarez Delgado

Su accionar se torna más complejo cuando cumplen con su deber en un centro médico o de aislamiento, o en una zona en cuarentena, o donde se han reforzado las medidas de aislamiento debido a la aparición de varios casos positivos. Sus principales armas son la persuasión, el trato correcto a las personas, la información y orientación constante de qué pueden y qué no pueden hacer en cada momento y lugar.

Y, aunque en oportunidades hay quienes se incomodan cuando se les prohíbe el paso por una zona en aislamiento, o se ven forzados a cambiar su rutina y quedarse en sus casas, la forma correcta y el trato amable hace que la mayoría terminen entendiendo y agradeciendo las medidas tomadas. Son estos hombres y mujeres, policías graduados y estUdIantes, vestidos de azul o verde, según sea el caso, verdaderos héroes anónimos y parte de un ejército en constante batalla contra la pandemia, y en el cual también se encuentran miembros de las instituciones armadas.

Todos ellos, junto a otros organismos e instituciones, constituyen un factor fundamental en esta lucha por la vida en que hoy los cubanos, al igual que el resto del mundo, nos encontramos enfrascados.