Cuando el reloj marca las 9.00 a.m., justo doce horas antes del sentido homenaje con que cada noche reverenciamos la entrega del personal de la Salud, los trabajadores de la unidad comercial sita en 7ma y 84, en el municipio de Playa, aplauden antes de recibir al público, y muchas veces también lo hacen acompañados por quienes ya esperan afueran.

Agasajarse a sí mismos no es, en lo absoluto, por autocomplacencia, sino una manera de empezar la jornada con buena vibra y que la energía positiva se traduzca en mayor eficiencia para la Cadena de Tiendas Caribe –antigua TRD-, a la cual pertenece el centro.

Dicen que los aplausos de cada mañana ayudan a sacar a flote lo mejor de cada cual; allí laboran diariamente 14 personas y existen quienes deben redoblar esfuerzos, pues otros compañeros de labor permanecen en sus casas al cuidado de los hijos, ante las medidas para frenar la propagación de la Covid-19.

A juicio de la cincuentenaria Carmen Alonso, “esto ha cambiado mucho; se respira mejor servicio y deseos de que uno salga complacido”, mientras que Lucía Perera, vecina de la zona y asidua a la unidad, confirma que “hay más control, máxime ahora que los productos están limitados”.

“Priorizaré la atención a la población hasta que la salud me acompañe, pues la disposición es permanente”, insistió Jesús Cárdenas Borroto, gerente de la unidad comercial 7ma y 84, quien vigila de cerca la comercialización en la tienda. Foto: Nayaren Rodríguez Socarrás

Jesús Cárdenas Borroto, gerente de la unidad desde hace casi cuatro años, pero con un decenio de experiencia en el giro, recuerda: “Hoy la mayor concentración de personas es donde estén los productos de primera necesidad como los alimentos. Por eso hemos convertido en una práctica el intercambio, la comunicación sobre qué vamos a ofertar y qué nos puede llegar durante la jornada, siempre que tengamos esa información”.

No se dan cifras con exactitud, pero se acercan a la proximidad de las existencias en neveras y anaqueles, “para evitarle al pueblo la molestia de esperar por gusto en medio de este calor aplastante y que pueda dirigirse inmediatamente a otros establecimientos.

“Y mucho se agradece esta comunicación que redunda en la disciplina y el mejor comportamiento de la población, en concordancia con el llamado de la máxima dirección de nuestro país”, advierte.

Son generalmente los cajeros, jefes de piso o el personal que custodia la puerta de una tienda, quienes asumen la responsabilidad de informar sobre la presencia o no de determinados artículos. En 7ma. y 84, conocida popularmente como Dita, es una gestión que ha hecho suya Cárdenas, a quien puede vérsele siempre interactuando, pausado y de manera natural.

En esta tienda de Playa se efectúan las rebajas de los precios según está estipulado, comenzando con tres meses de antelación de la fecha de vencimiento de los productos. Foto: Nayaren Rodríguez Socarrás

“El enfrentamiento a la pandemia y la colaboración en todos los frentes debe ser de conjunto con el pueblo, si no las cosas no funcionan. Cuando gerentes o directivos de mayor rango damos la cara, hablamos con los clientes –como lo indicó Tiendas Caribe-, los hacemos sentir atendidos, comprendidos y complacidos, se logran muchas cosas”, insiste, tras reconocer el apoyo diario de la Policía Nacional Revolucionaria y un funcionario del Gobierno. Ante cualquier inquietud o queja se puede llamar a cualesquiera de las extensiones de los teléfonos 7207-9264 y 7204-8093.

En 7ma. y 84 es de observancia diaria el cumplimiento de los protocolos sanitarios como aplicar hipoclorito o soluciones cloradas en las manos de las personas antes de ingresar al establecimiento, mantener la distancia en las colas fuera de la unidad y al comprar la mercancía en las cajas registradoras.