Un baño con agua a temperatura ambiente en la mañana es bueno para la piel, estimula el sistema inmunológico, nos da vitalidad y energía y enfrentamos nuestro día de manera más activa y optimista. Claro, si tienes gripe, neumonía o algo semejante, por supuesto, no lo hagas.

Cuando vayas a empolvarte el rostro es importante que distribuyas bien el polvo. Una buena manera de hacerlo es dirigiendo la mirada hacia arriba e inflar un poquito las mejillas para compensar las pequeñas arrugas y líneas de expresión, impidiendo que los polvos se acumulen allí. 

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Cepilla tu cabello antes de dormir unas cincuenta veces y así ayudarás a distribuir la grasa natural desde las cercanías del cráneo hacia las puntas. Tu cabello lucirá más brillante y saludable. 

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Un poco de agua con un poco de vinagre, a partes iguales, aplicado con un algodón sobre nuestra piel ayuda a que la misma restablezca su equilibrio natural. Es un consejo excelente, sobre todo, para cuando nos pasamos un poco en nuestra exposición al sol.

Después de un arduo día de trabajo los ojos están cansados pues, unos frescos fomentos de infusión de manzanilla, los alivia.

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