La soledad puede ser sana y enriquecedora, pero para algunas personas resulta intolerable. Es el caso de quienes padecen de autofobia. Te contamos sobre el trastorno y sus consecuencias en este artículo.
A muchos les incomoda estar a solas, pero para un pequeño porcentaje este malestar alcanza niveles patológicos.
Los síntomas:
-Se experimenta un miedo intenso e irracional a estar solo o ante la idea de poder estarlo en un futuro próximo.
-La persona evita por todos los medios quedarse a solas y, si no lo consigue, soporta esta situación a costa de un tremendo malestar.
-El temor y la ansiedad son desproporcionados. Llegan, incluso, a afectar al funcionamiento diario del individuo. Así, su vida puede verse afectada en el plano social, personal y laboral.
¿Cómo se manifiesta?
Aparecen pensamientos disfuncionales asociados al hecho de estar a solas. La persona puede creer que se encuentra en peligro y que no hay nadie que pueda socorrerla en caso de necesidad. Puede pensar que será atacada, que sufrirá un accidente o que morirá.
Pero también existe, en algunos casos, un cierto componente de miedo a ser ignorada o rechazada, pues se puede tratar de alguien con una gran necesidad de aprobación.
A nivel fisiológico aparecen síntomas somáticos: taquicardia, palpitaciones, sudoración, mareos y dolores diversos.
Por último, a nivel conductual, quien padece autofobia evita la soledad y escapa de ella en cuanto es posible y por cualquier medio.
A ritmos frenéticos y entornos excesivamente estimulantes estamos acostumbrados, pues las nuevas tecnologías y los dispositivos electrónicos nos llevan al contacto siempre con otros o nos distraen; por lo mismo, no solemos escucharnos, mirarnos ni conocernos.
La autofobia, es una incomodidad que se llega a convertir en verdadero terror.
Es esencial aprender a estar solos
La incapacidad para estar solos puede llevarnos a establecer dañinas relaciones de dependencia emocional. También puede perjudicar nuestros vínculos afectivos por la excesiva necesidad o exigencia de compañía constante.
El principal tratamiento para la autofobia es la exposición en vivo, o sea, exponer a la persona de forma gradual a situaciones que impliquen estar a solas e ir aumentando el nivel de exigencia.
Puede, también, ser útil que la persona aprenda alguna técnica de control para regular la ansiedad.
En fin, estar a solas es una circunstancia común en el día a día que debemos ser capaces de tolerar.
Debemos pensar que la soledad es una magnífica oportunidad para conectar con nosotros mismos y mejorar la salud emocional. Por lo mismo, resulta interesante aprovechar y disfrutar esos momentos.
Para lograrlo, hay que aprender a controlarse, leer, hacer cosas que nos gusten y centren la atención, y meditar y relajarse. Borrar todos los pensamientos negativos e irlos sustituyendo por cosas agradables y positivas.
Lleva su tiempo de adaptación y trabajo con nosotros mismos, pero se puede lograr.
No obstante, si su tipo de ansiedad no cede, consultar a un psicólogo es lo mejor.

Fuente: Mejor con Salud