El polvo del Sahara ya se encuentra sobre Cuba, es perceptible en La Habana, por eso debemos protegernos mejor aún.

El uso del nasobuco es imprescindible, una medida que no todos cumplen, a pesar de constituir un requerimiento ante la COVID-19. La mascarilla protege contra esas nubes de polvo que afectan sensiblemente a los asmáticos y provocan otras enfermedades respiratorias, sobre todo en los mayores de 65 años y niños con edades hasta cuatro años, además de favorecer la aparición de alergias y problemas de la piel.

Lo más prudente es mantenerse en casa si no es imperioso salir a la calle y evitar así complicaciones de salud. Pero, además, el uso de gafas oscuras es otra de las medidas que deberán tomarse para resguardase de este fenómeno, en cuyo recorrido traslada partículas altamente nocivas para la salud humana.

Tome abundante líquido y si tiene toallitas húmedas mejor. Esto le protegerá de la deshidratación, pues trae gran calor asociado al evento. 

Foto: Cubadebate

En fin, lejos de caer en el pánico, solo cumpla con estas sencillas recomendaciones que pronto pasará. Cuídense, la salud es valiosa.