En la tranquilidad del domingo 25 de septiembre, ante las urnas confluyeron diferentes generaciones. Al Colegio no.1, de la circunscripción 89, del Consejo Popular Los Ángeles, del municipio de Marianao, acudieron a votar también estudiantes de 13 carreras distribuidas en nueves facultades que permanecen albergados en la residencia estudiantil de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE).

La casualidad puso delante a Yilena Fernández Dorta, de 19 años y estudiante de primer año de Arquitectura, quien en esta ocasión ejerció por primera vez su derecho constitucional al voto.  Para la futura arquitecta, esta votación “es importante porque se tiene en cuenta mi opinión y lo que yo pienso, aunque es un pedacito, pero es importante poder opinar".

Yilena Fernández Dorta, de 19 años y estudiante de primer año de Arquitectura, votó por primera vez. Foto: Raquel Sierra

"Estoy de acuerdo con las nuevas modalidades (de familia), porque creo que es importante tener más libertad a la hora de amar, que no debe ser un impedimento, hay que actualizarse con el mundo y es una realidad que estamos viviendo".

Víctor Madruga, de 22 años, cursa el cuarto año y final de la carrera de ingeniería Mecánica, también en la CUJAE. Según declaró, la votación es por “un código realmente innovador y súper avanzado y que comprende en su totalidad a la sociedad, tal y como es".

En busca de un teléfono, el equipo de prensa llegó a un hogar lleno de peculiaridades, relacionadas con la CUJAE. Gilda Vega Cruz tiene 75 años y es profesora de Física y Formación pedagógica en ese centro de la Educación superior, donde ella misma se formó y graduó, en el primer curso impartido allí. En esas aulas, en carreras diferentes, cursaron la Educación superior sus dos hijos.

Si Yilena votó por primera vez, ella lo hace "por enésima vez, desde la votación de 1976".

Gilda Vega Cruz, de 75 años y profesora de física y formación pedagógica, ha ejercido su derecho al voto desde 1976. Foto: Raquel Sierra

Para la profesora, el código incluye a todos los cubanos y por eso realmente había que votar por el sí y argumenta:  "cuando converso, en las contradicciones, digo: a mí me viene bien el código que hay ahora, pero comprendo que hay muchos otros que no están incluidos".

Voto por el sí, sostiene, no porque este me afecte, sino porque realmente incluye a muchas más personas. "La sociedad cubana ha cambiado mucho, es muy diversa. Hay cosas que cuando yo era joven, uno no las concebía, pero hoy son así. ¿Y por qué no vamos a incluir a los que son diferentes a nosotros?"

La profesora titular y de mérito y doctora Honoris Causa considera que "la única la única posibilidad que tiene un ciudadano de bien, un ciudadano que que aspira a una Cuba mejor, es aprobar el código de familia y votar por el sí".

Foto: Cartel

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