Provengo de una larga tradición de padres ausentes y crecí al borde de la creencia de que la madre es el único pilar verdadero en la crianza de un hijo porque al final “los hombres van y vienen”, muchos se desentienden o simplemente se limitan a cumplir con una obligación monetaria que tiene suficiente de trámite y demasiado poco de corazón. Así sucede, es cierto. Pero nada en el mundo se constituye absoluto.

Este hombre de la foto alimenta a nuestro hijo, lo asea, lo duerme, le canta, juega con él y se emociona profundamente con esas cosas que uno vive mientras “parenta”, imposibles de describir. Este hombre de la foto, aun si mañana no vive más junto a nosotros, se habrá ganado el derecho universal que este nuevo Código de las Familias tan llevado y traído pondera en el afecto.
Con el nacimiento de Yunuen comprendí que sí es posible una familia otra que, en mi caso, viene a ser la tradicional, tan ajena y desconocida hasta el momento. La mía siempre fue de esas que hoy tantos se empeñan en desconocer y que ahora finalmente será protegida.
Soy fruto de la diversidad y de las reconfiguraciones familiares que la vida fuerza en ocasiones; sé bien lo que las abuelas y tíos pueden significar para el desarrollo de un niño y deseo -con todas mis fuerzas- que la lucidez de mi amado país alcance para asumirlo, así como la capacidad de cualquier pareja fuera de los cánones heteronormativos para criar a un pequeño.
Vale aclarar que el Código es mucho más, y es una lástima que no se tome en serio su lectura o se deje llevar por ataques homofóbicos y en consecuencia irremediablemente superficiales.
Descargar aquí el Proyecto de Ley del Código de las Familias
Espero y confío en el amor.
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Yo tengo 59 años, viví y me crié en un hogar formado por mis abuelos paternos y mi tía, realmente no lo hubiera querido mejor, no me falto el amor ni la buena educación, pude estudiar,trabajar y formar mi propia familia sobre la base de lo que aprendí. Este código, tan martiano como nosotros mismos es el reconocimiento a la dignidad plena de cada uno, es la defensa del amor y la garantía de la seguridad y la protección para nuestros NNA y los más vulnerables, yo voto por este Código, tan lleno de humanismo.
Excelente artículo. Apoyo totalmente el proyecto de Código de las familias.