Especialistas de México, República Dominicana, Ecuador, Colombia, España y Cuba analizan oportunidades y retos para el arbolado en las ciudades, en el taller Internacional Hablemos de los árboles urbanos, convocado por la Fundación Antonio Núñez Jiménez #FANJ.

Foto: Raquel Sierra

Con sede en el jardín urbano Quinta de los Molinos, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, entre el 5 y el 8 de octubre, el taller abarca presentaciones, sesiones de grupo y visitas de campo y permite que expertos cubanos intercambien con colegas foráneos para visualizar qué ocurre en la región y revisar cómo es el manejo de los verdes urbanos en Cuba, con la mirada puesta en trabajar por proteger, impulsar y mejorar estos espacios, tan dañados por fenómenos meteorológicos, como ocurrió recientemente al paso del huracán Ian por el occidente del país.

Según dijo a Tribuna de La Habana Roberto Pérez, la contribución principal del taller es aportar a la política forestal cubana que está en proceso de aprobación en su capítulo del árbol fuera del bosque y el arbolado urbano.

La FANJ, dijo, lleva varios años trabajando desde la iniciativa proarbolado con el Ministerio de la Agricultura y también en la estrategia de restauración de los verdes urbanos en La Habana, que está en proceso.

Foto: Raquel Sierra

Entre los temas del taller están las políticas, planificación y gestión del arbolado urbano, la gestión territorial de los árboles en las ciudades y la aplicación de las leyes vigentes.

Foto: Raquel Sierra

Alexander Motolongo, ingeniero agrónomo, al frente del Departamento técnico de desarrollo de la Empresa Agroforestal Habana, destacó la relevancia del encuentro: “es importante por la participación internacional que tiene, partiendo de que estamos hablando y comparando las perspectivas que tenemos de las cosas que hacemos con lo que hacen nuestros colegas de Colombia, de México, República Dominicana y Estados Unidos, entre otros, y estamos comparando e intercambiando saberes”.

De acuerdo con Motolongo, también coordinador del proyecto Urbanismo sostenible, dirigido a la reposición del arbolado en el consejo popular Malecón, junto a la Fundación Antonio Núñez Jiménez -que el proyecto ha apoyado gracias a la colaboración del grupo de solidaridad Euskadi Cuba-, “estamos tratando de aunar esfuerzos y conocimiento de las personas vinculadas de una manera u otra al tema del desarrollo del arbolado, de que la ciudad sea más verde, nucleemos y organicemos nuestras ideas y formas de actuar”.

Para ello, señaló, dialogan sobre temas de legislación, de viveros, de manejo y conservación, después de lo que sembremos. En ese sentido, el encuentro incluye visitas a viveros, acciones demostrativas de tala “para que las personas puedan aprender cómo se deben hacer correctamente”.

“Estamos enfrascados en tratar de que recuperar no solo la ciudad, sino todo el occidente del país, Artemisa, Mayabeque, Pinar del Río, que fue la más afectada por el huracán Ian, pero los eventos climáticos van a seguir pasándonos por encima en mayor o menor medida”.

Lecciones

Foto: Raquel Sierra

A juicio de este ingeniero agrónomo, la experiencia de Ian es una alerta nuevamente a nuestro sistema, como lo fue Sandy en Santiago de Cuba (2012): “no podemos hacer hoy lo que debimos haber hecho ayer. Es una enseñanza. Hoy hay que hacer lo que toca, hay que hacer las cosas que tocan en el momento, reponer lo que se cayó y hoy no tenemos la postura adecuada, con las condiciones y el tamaño adecuados. Pero también hay que revisar los sitios donde vamos a plantar en la ciudad. Esa otra tarea pendiente, tenemos una ciudad muy antropizada y los sitios donde se estaban plantando los árboles, quizás no sean los más adecuados. Hay que poner el árbol adecuado en el lugar adecuado”.

Aquí, dijo el ingeniero agrónomo, estamos sentando las bases, la plataforma programática, debemos hacer una modificación a la Ley Forestal, porque ahí el arbolado urbano está contemplado muy someramente, y tiene que haber una actuación.

Al intervenir en el taller, Motolongo, destacó cuando ocurren imprevistos, y el árbol corta los cables de la corriente, porque no se le dio el mantenimiento adecuado que llevaba, él no es culpable, somos los hombres que no hacemos lo que tenemos que hacer en el momento que nos toca o no tenemos los recursos para hacerlo, “el culpable es el hombre”.

“Las personas nacemos, desarrollamos y morimos, y los árboles tienen también un ciclo de vida. En una ciudad no puede estar más de veinte años, más de veinticinco años, nosotros tenemos aquí en la ciudad con más de 60, 80, 100 y 200 años y no han sido cambiados nunca, entonces esos árboles deben llevar un programa de reposición de ese arbolado”, dijo y explicó que la propuesta es ir por fases.

A su juicio, primero hay que sembrar todos los espacios vacíos en la ciudad. Después, empezar a eliminar y sembrar los espacios de los árboles enfermos. y los tocones, con las especies que llevan. Y como tercera fase del proceso, retirar los árboles inadecuados. “Esa es la línea de trabajo que debe seguir la ciudad, que debe seguir cualquier ciudad. Porque ahora no podemos quitar los árboles de una cuadra y dejarla al sol…hay que hacer un trabajo progresivo. Y todo eso parte de una ordenación forestal que diga qué y dónde sembrar, qué especie se adapte mejor a esas condiciones y ese suelo. Y después, con eso trabajar con la población y explicarle”.

Planificar y ejecutar, de forma adecuada

En el segundo día de trabajo, dedicado a la Diversidad y datos, viveros y producción, se expusieron experiencias de producción de árboles urbanos en Cuba y Colombia, un estudio acerca de las oportunidades que representa la siembra de especies amenazadas en espacios urbanos.

En el encuentro se destacaron las múltiples aristas del tema: los viveros, las especies, el costo de los árboles y el financiamiento que se demanda para producir los árboles durante dos o tres años hasta que alcancen el tamaño y la fortaleza que les permita sobrevivir, el cuidado y mantenimiento que deben llevar después de plantados, la necesidad de hacer propuestas de proyectos al Fondo Nacional de Desarrollo Forestal (FONADEF), entre otros.

Igualmente, el programa comprende temas como la planificación y diseño de proyectos de verdes urbanos, la participación ciudadana, jardines botánicos y paisajismo, exhibición de poda correcta y uso de medios de seguridad y visita de campo a un vivero de La Habana.

Para la realización de taller internacional, la FANJ contó con el apoyo de Friends of Havana (Amigos de La Habana), una  organización sin ánimo de lucro, con sede en Leipzig, Alemania, que 2016 apoya iniciativas cubanas dirigidas a mejorar la ciudad.

Con anterioridad ha apoyado encuentros y proyectos relacionados con las industrias creativas, el urbanismo, el arbolado y emprendimientos de ciclomovilidad, entre otros.

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