Con la participación de varias instituciones encabezadas por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), nuestro país lleva a cabo un estudio experimental a través del empleo de la Técnica del Insecto Estéril (TIE), para el control del mosquito Aedes aegypti, agente transmisor del dengue, Zika, Chikungunya y fiebre amarilla; que tuvo su prueba piloto entre los meses de abril y agosto de 2020 en la localidad de El Cano del municipio capitalino de La Lisa.
Así lo dio a conocer este viernes en un encuentro con la prensa de esta capital, el doctor René Gato Armas, especialista en Microbiología, jefe del Grupo de Control Biológico de Vectores del IPK y coordinador del proyecto por la parte cubana.

Destacó, esta investigación se está desarrollando en el IPK conjuntamente con otras instituciones del país. Específicamente con el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (Ceaden), la Universidad de La Habana (UH), el Centro ProSalud; con el soporte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la colaboración francesa y del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP).
Esta investigación consiste en la evaluación de una tecnología innovadora, control de mosquito, básicamente del Aedes aegypti. En el caso de Cuba, se basa en la inducción de la esterilidad en el mosquito de campo a partir de la liberación de mosquitos estériles.
“La TIE es un método de control de mosquito o de plaga en sentido general, que se basa en la liberación de insectos machos estériles (infértiles), para una vez en el campo, estos insectos cuando se apareen con las hembras salvajes, se reduzca su capacidad reproductiva, y en consecuencia la población de mosquito se va reduciendo. El tamaño numérico de sus poblaciones en el campo o cualquier organismo en la naturaleza, depende de los que nacen, mueren o emigran. En este caso, si disminuimos la natalidad, las poblaciones van a reducirse en el tiempo”, explicó el especialista.
“Estos mosquitos se crían en un laboratorio, se separan los machos de las hembras, esta pica, trasmite, por tanto, no se puede liberar, se esterilizan los machos mediante radiaciones ionizantes, de ahí la participación de instituciones de aplicaciones nucleares. Estas radiaciones no se conservan en los mosquitos que se liberan, cuando se irradian, le producen un efecto sobre sus células germinales, es decir, sobre sus células reproductivas, se hacen estériles, no pueden reproducirse, pero por lo demás es un mosquito completamente normal y no constituye ningún riesgo para su liberación en el campo”.
“El problema fundamental radica en la irradiación, ya que en otras plagas son más resistentes, pero en el mosquito es muy sensible, de manera, que si se le aplica mucha, se muere o queda poco competitivo. Ahora existen técnicas para aplicarlo mejor, se conserva la supervivencia y el vigor del mosquito, para que sea competitivo para aparearse”, comentó.
Gato Armas manifestó que la TIE no es una técnica nueva, se lleva empleando hace muchos años al control de plagas agropecuarias en otras partes del mundo, de manera muy exitosa. Por limitaciones tecnológicas no se había aplicado al mosquito, pero ya existe la posibilidad, aunque es un proceso que lleva cierta inversión.
En el caso de América Latina, dijo, Brasil, México y Cuba son los países que han estado al frente de la evaluación, aunque hay otros países como Argentina, Ecuador, Perú y Bolivia que también están interesados en comenzar la aplicación de esta práctica. Igualmente, otros, como Francia, Italia, Grecia, Singapur, China y Japón han trabajado en la evaluación de esta técnica.
En cuanto a cómo favorece directamente este estudio, enfatizó, aunque se hace con un interés principalmente investigativo para obtener evidencias que les permita a los decisores su aplicación a gran escala, evidentemente la población se ve beneficiada con la aplicación de la técnica, porque las poblaciones de mosquito son controladas.
En tal sentido, mencionó la experiencia anterior del ensayo de la prueba piloto en el poblado de El Cano en el 2020, “en 16 semanas se logró prácticamente erradicar la población de mosquitos de esa localidad, impensable con métodos tradicionales. Tiene un beneficio directo en la población, fue una aplicación puramente científica para aquel momento”…
En la fase actual de la investigación se quiere demostrar la efectividad para la reducción del riesgo de la trasmisión del dengue, “no solo quedarnos en la reducción de las poblaciones de mosquito, también disminuir el riesgo de la trasmisión del dengue y otras Arbovirosis. En esto se trabaja, es un proyecto más complejo, el dengue es una de las enfermedades trasmisibles más difíciles de investigar porque hay varios serotipos. El contexto actual es bastante difícil, no solo en Cuba, sino también en la región de las Américas, las poblaciones de mosquitos están muy altas, es un reto muy grande poder establecer ese vínculo entre la reducción de las poblaciones de mosquito y la reducción de la enfermedad”, resaltó.
Igualmente, dijo, “vamos a comenzar por una parte de Arroyo Arenas a liberar los mosquitos estériles de los laboratorios, para ello se ha informado oportunamente a la población por diferentes vías incluyendo la realización de audiencias sanitarias en las propias comunidades con apoyo de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), delegados de circunscripción; se ha interactuado con el pueblo para evacuar todas sus dudas. Posteriormente se ocupará toda esa localidad y seguir a otras comunidades de La Lisa.
Agregó, “el interés ahora es demostrar que funciona, que esta tecnología es efectiva para la reducción de la trasmisión de dengue y otras Arbovirosis. Si se logra tener esas evidencias, ya el país estará en condiciones, de decidir si lo va a aplicar directamente en el control del mosquito e incorporarlo al Programa Nacional de Vigilancia y Lucha Antivectorial, para lo cual se necesita una inversión”.

Por otra parte, la doctora Gelsy Vandama Uriz, jefa del departamento de control de vectores del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de La Habana, en cuanto a la situación epidemiológica actual referente al dengue, informó, que en estos instantes, en los 15 municipios de la capital hay varios casos de dengue, con mayor o menor frecuencia. Entre los municipios de mayor riesgo, enumeró a Plaza de la Revolución, Playa, Diez de Octubre, Arroyo Naranjo y el Cotorro.
Los pacientes que presentan mayores complicaciones se ingresan en los hospitales, y los de menor riesgo en ingreso domiciliario, estos bajo la supervisión del equipo básico de trabajo que los visita para tratar de detectar a tiempo cualquier signo de alarma, y en tal caso, tomar la conducta necesaria, detalló la especialista.
Subrayó que los pacientes que se encuentren en ingreso en el hogar, deben permanecer en sus viviendas, de ser posible bajo un mosquitero para evitar la picadura del mosquito Aedes aegypti, evitando el riesgo de transmitir la enfermedad al resto de sus familiares o vecinos.
Dijo, que como parte de las labores que se ejecutan, además de las pesquisas por el equipo básico de trabajo en la búsqueda de febriles o personas con síntomas en los alrededores de la vivienda de la persona enferma, se realizan acciones antivectoriales, que consisten en el bloqueo al febril, es decir, un equipo es enviado para realizar el focal, residual, perifocal y adulticida (fumigación), en la vivienda del caso y en las colindantes; así como también en manzanas que se estratificaron de alto riesgo, con un tratamiento adulticida e intensivo.
Vandama Uriz, resaltó que en La Habana se encuentran en estos momentos circulando los cuatro tipos de serotipos del dengue, incluyendo el hemorrágico, a lo cual hizo un llamado a acudir de inmediato al médico, para que sea un profesional quien diagnostique y tome la conducta a seguir.
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